Al Qaeda amenaza con cometer más atentados como el de Londres o Madrid en los países que tienen en la actualidad soldados desplegados en Irak. En un comunicado colgado ayer en internet, el grupo Brigadas Abú Hafs al Masri dio un mes de plazo para que los soldados europeos salgan del país árabe. De lo contrario, amenaza el grupo, continuará su "guerra sangrienta al servicio de Dios".

Los terroristas mencionan como futuros blancos de sus acciones las capitales de "Dinamarca, Holanda, Gran Bretaña, Italia y los otros países" con presencia militar en "la tierra de Mesopotamia". El Gobierno de Polonia, que tiene desplegados en Irak a un millar de soldados, dijo que se "toma en serio" la amenaza.

En el texto, las Brigadas Abú Hafs al Masri, que se responsabilizó de las masacres de Madrid, Londres y también del doble atentado en Estambul de noviembre del 2003, advirtió: "Es el último mensaje que enviamos a los estados europeos".

EN AGOSTO El comunicado lleva fecha del 16 de julio, por lo que el ultimátum expira a mediados de agosto. Durante este tiempo, los terroristas esperan que los gobiernos de los países amenazados reflexionen sobre su "política respecto al islam y a los musulmanes", al tiempo que les exige que dejen de "apoyar a Estados Unidos y a los sionistas".

Para los seguidores de Osama bin Laden, los atentados cometidos en Madrid, Londres y Estambul, que dejaron un saldo total de 310 muertos, fueron ataques en "legítima defensa", en "respuesta a la humillación y a la vergüenza que sufre la nación islámica del Golfo y el Magreb".

En Londres, siguen las investigaciones del 7-J y la policía británica está convencida de que los cuatro suicidas están vinculados a la red de Al Qaeda, con la que presuntamente mantuvieron contactos en Pakistán.

BLAIR, CON LOS MUSULMANES El primer ministro, Tony Blair, celebró ayer en su residencia de Downing Street una reunión con 25 líderes musulmanes del Reino Unido para discutir de las repercusiones del ataque y de la forma de erradicar el extremismo islamista. Blair también invitó al jefe del partido conservador, Michael Howard, y del liberal demócrata, Charles Kennedy.

Hubo un acuerdo unánime sobre la necesidad de elaborar un plan dirigido a los jóvenes musulmanes, que corren mayor peligro de ser reclutados por las redes terroristas. "Todo el mundo quiere establecer los mecanismos correctos para combatir dentro de la comunidad esta ideología del mal, enfrentarse a ella y derrotarla", dijo Blair tras el encuentro, de una hora.

El diputado musulmán Shahid Malik subrayó que la mayoría de los 1,6 millones de musulmanes residentes en el Reino Unido desea erradicar a los elementos más radicales. "Reconocemos que tenemos que trabajar mejor para hacer frente a estas voces del mal dentro de nuestras comunidades", afirmó Malik.

El representante del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, Inayat Bunglawala, mostró su preocupación por la desilusión de los jóvenes musulmanes con una sociedad en la que "su rendimiento es menor y en la que sufren un alto nivel de desempleo".

Algunas personalidades moderadas expresaron su desconfianza hacia Blair. "Todo se ha centrado en echar la culpa al islam y a los líderes musulmanes", declaró Ahmed Versi, el director de Muslim News , el más importante diario musulmán británico del Reino Unido. "Estamos preocupados por hasta dónde está dispuesto a llegar Blair tratando de imponernos algún tipo de interpretación secular del islam en su plan de ayudar a los musulmanes a encontrar la voz moderada y verdadera", añadió.