La organización Al Qaeda tiene en el punto de mira a los cristianos iraquís. Dos días después de que sus militantes provocaran una masacre en una iglesia llena de fieles en Bagdad, la rama iraquí de la organización liderada por Osama bin Laden calificó a los fieles de esta religión de "objetivo legítimo para los muyahidines" por la negativa de la iglesia copta de Egipto a liberar a "dos cristianas convertidas al islam", es decir, a permitirles que profesen la religión de adopción.

Las nuevas matanzas de cristianos iraquís acelerarán el éxodo de miembros de esta comunidad hacia el extranjero o hacia zonas de mayoría kurda, mucho más seguras, que se inició en el 2003, tras la irrupción de las tropas anglonorteamericanas en el país, y se acentuó a medida que el caos se apoderaba de Irak. "Esto es malo para los cristianos, les puede empujar a abandonar el país", admitió a Reuters el obispo caldeo de Bagdad, Chlimun Warduni. La comunidad cristiana en Bagdad se ha reducido y ha pasado de tener 450.000 miembros a solo 150.000.

Las voces de representantes de la confesión cristiana se preguntaban por qué las acciones de la iglesia copta egipcia tenían repercusión en Irak. "¿Qué relación existe entre nosotros y los coptos de Egipto, aparte del hecho de que somos cristianos y un objetivo fácil porque no poseemos ni milicia ni personas que nos protejan?", se lamentó Saad Sirap Hanna, de 40 años, sacerdote de la iglesia caldea de San José en el barrio de Karrada. "El hecho es que Al Qaeda quiere erradicar nuestra presencia (en Irak), que se remonta a tiempos anteriores a los musulmanes, cuando Santo Tomás evangelizó esta tierra en el año 50", es decir, seis siglos antes de la aparición del islam en Mesopotamia.

"Es necesario que los musulmanes muestren su deseo de que nos quedemos; entre ellos hay moderados que son mis amigos pero que no tienen derecho a la palabra", añadió el religioso ante su propia iglesia, en torno a la cual el dispositivo de seguridad se ha incrementado. Saad Sirap Hanna conoce perfectamente el problema, ya que fue secuestrado en el 2006 por milicias islamistas y durante 28 días.

POLEMICA EN EGIPTOLa polémica por las amenazas de Al Qaeda se vivió también con intensidad en Egipto, país en que las relaciones entre la mayoría musulmana y la minoría cristiana no dejan de deteriorarse. Tanto la prestigiosa institución suní de Al Azhar, próxima al Gobierno, como los Hermanos Musulmanes, principal grupo de la oposición, condenaron el comunicado emitido por la rama iraquí de Al Qaeda.

El imán de la mezquita de Al Azhar, el jeque Ahmed al Tayyeb, declaró a través de su portavoz que el islam garantizaba "la libertad de culto" y prohibía las agresiones contra las iglesias, al tiempo que condenó "con fuerza" el ataque del domingo contra la catedral católica siria.

Los Hermanos Musulmanes, por su parte, rechazaron "toda amenaza estúpida contra los lugares de culto cristianos en Egipto". "Los Hermanos Musulmanes advierten a todo el mundo, en primer lugar a los musulmanes, de que la protección de los lugares de culto de todos los hijos de religiones monoteístas es la misión de la mayoría musulmana", dijo la hermandad en su web.