El grupo del terrorista jordano Abú Musab al Zarqaui, enemigo número uno de los ocupantes extranjeros en Irak y filial de Al Qaeda, se atribuyó ayer el asesinato del gobernador de Bagdad, Alí Radi al Haidari. Shií de confesión religiosa y partidario de la línea dura contra los rebeldes, Haidari fue abatido en Bagdad en una emboscada por un grupo de hombres armados que abrió fuego contra su convoy. Pero el asesinato del gobernador y de uno de sus acompañantes no fue el único incidente de la jornada. Cinco soldados de EEUU perecieron en tres acciones y al menos 31 iraquís, seis de ellos soldados y 12 policías, murieron en incidentes en Bagdad y al norte del país.

Según testigos presenciales, los atacantes de Haidari salieron de dos coches y abrieron fuego contra la comitiva que llegaba en sentido contrario. Cuatro de sus guardaespaldas resultaron gravemente heridos. El pasado septiembre el gobernador salió ileso de otro atentado.

Poco antes, 11 personas, ocho de ellas policías, resultaron muertas y 60 heridas en un atentado suicida en la capital iraquí, el tercero en tres días, informa Reuters. El suicida lanzó un camión cisterna cargado con explosivos contra el cuartel general del Ministerio de Interior. Paralelamente, tres soldados iraquís, uno de los rebeldes agresores y un chófer de camión turco murieron en varios ataques en la zona rebelde al norte de Bagdad.

EL GRUPO DE ZARQAUI El grupo de Zarqaui se atribuyó el atentado de Haidari --"un tirano entre los agentes americanos", dice-- en una web que mostró unas imágenes presuntamente tomadas en el lugar del atentado. En el texto que acompañaba las imágenes, el grupo vertía nuevas amenazas: "Advertimos a los traidores y partidarios de los judíos y los cristianos de que ésa (la del gobernador) será su suerte, aquí y en cualquier otro lugar" añade el texto.

La escalada sangrienta hace cada vez más difícil mantener la fecha de las elecciones para el 30 de enero. Ayer, el presidente de Irak, Ghazi al Yauar, urgió de nuevo a las Naciones Unidas a revisar el calendario electoral. "Definitivamente, la ONU, como organismo independiente de legitimidad, debería tomar la responsabilidad de comprobar si el país puede seguir adelante con el calendario electoral previsto", dijo a Reuters.

El ministro de Exteriores, el kurdo Hoshyar Zebari, respondió que la consulta electoral "se celebrará en la fecha anunciada". El Gobierno y sus aliados estadounidenses insisten en que no conviene retrasar las elecciones, pero Yauar teme que la creciente violencia insurgente amedrentará a los votantes.