La policía alemana ha reconocido que es muy probable que el paquistaní de 23 años detenido tras el atentado con un camión en un mercadillo del centro de Berlín no se la persona que, al volante de ese vehículo, cometió la masacre y el autor o autores del atentado sigan libres. "Tenemos a un peligroso criminal huido y eso inquieta a la población", ha informado el jefe de la policía de Berlín, Klaus Kandt.

Ese fiasco en la investigación supone una marcha atrás en las pesquisas -sobre todo porque se han quedado sin presunto autor-. Vuelta a empezar. Para poder esclarecer el caso y encontrar al responsable o responsables del atentado, los investigadores han de remontarse al último lugar donde se vio al autor del crimen: huyendo de la cabina del camión.

En la cabina, los policías localizaron un cuerpo sin vida con una herida de baña. Estaba arrojado en el asiento del copiloto. La policía logró identificar el cuerpo y descubrió que era el del conductor polaco del camión. Todo indicicaba que el hombre había sido asaltado y asesinado por la o las personas que luego, ya con el camión en su poder, cometieron el atentado.

¿Qué ocurrió en la cabina desde que el camión fue 'secuestrado' hasta que con él se cometió el atentado? Para llegar al responsable de la masacre, los investigadores intentan dar respuesta a esa pregunta. Es por eso que las pesquisas se centrar en recomponer el recorrido del camión, buscar cámaras de seguridad en todo ese circuito que pudieran haber captado la imagen de quien estuviera al volante y buscar restos fisiológicos del o de los asaltantes en la cabina del vehículo, algo más que posible ya que hubo un forcejeo.

"UNA SOLA PERSONA NO PODRÍA CON ÉL"

Los policías alemanes hicieron fotos al cadáver y las mandaron a Polonia, al dueño de la empresa de camiones. Este explicó que el cuerpo del conductor, que además es primo suyo, presentaba golpes y heridas de arma blanca. "Se veían marcas de golpes. Era evidente que se había peleado. Su cara estaba ensangrentada, tumefacta. Había una herida de arma blanca. La policía me dijo que le habían disparado", ha asegurado, antes de añadir que el conductor era una hombre fuerte, de 1,83 de altura y 120 kilos de pese. "Una sola persona no habría podido con él", dijo, en una afirmación que da a entender que en el aslato pudieron participar más de una persona. De hecho, la policía y la fiscalía alemana ya no descartan que el ataque pudiera ser perpetrado por varios individuos.

El conductor volvía de Italia con un cargamento de 24 toneladas de acero para descargar en el almacén de la empresa ThyssenKrupp en Berlín. Aunque quería descargarlas rápidamente, la empresa le pidió dejarlo para este martes. Así que, según han explicado en la empresa, aparcó en un vecindario cercano y se fue a comer un kebab.

"COMO SI ALGUIEN APRENDIERA A CONDUCIR UN CAMIÓN"

La última vez que el conductor dio señales de vida fue a las 15.45, cuando contactó con su mujer. Desde ese momento ya no contestó más el teléfono. No obstante, el análisis del GPS del camión ha mostrado que el vehículo sí se movió. No obstante, no se desplazó. Solo hizo pequeños movimientos adelante y atrás. "Es como si alguien hubiera estado aprendiendo a manejarlo", ha explicado el propietario de la empresa.

El dispositivo de geolocalización ha indicado que el camión se volvió a poner en marcha a las 19.40 y hizo un intrincado recorrido de 10 kilómetros hasta llegar al mercadillo. "Quizás alguien guiaba al conductor. No es un recorrido fácil", ha explicado el dueño de la empresa.