Mientras los gobiernos de Blair y Bush tratan de zafarse de la polémica de las armas de desaparición masiva de Sadam con rocambolescos argumentos, incluido el de reconocer que metieron la pata y magnificaron la amenaza que representaba el tirano de Bagdad, en España Aznar y sus ministros insisten en que los culpables del desbarajuste son las Naciones Unidas y sus inspectores, que hasta el último minuto se empeñaron en pedir más tiempo para evitar la guerra. Y eso está en las hemerotecas.

*Periodista.