El presidente del Gobierno español,Mariano Rajoy, ha empezado su segundo mandato con un significativo viaje a Berlín para reforzar la alianza política y económica con Alemania. La semana pasada, cuando la formación de un Ejecutivo estable español ya era un hecho, la cancillera alemana, Angela Merkel, llamó a Madrid para invitar a su homólogo a la cumbre de despedida del presidente estadounidense Barack Obama, un claro gesto de que espera una España más presente y activa en el liderazgo del orden internacional.

Ante la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y la posibilidad de que Marine Le Pen asalte la presidencia francesa en las elecciones del próximo abril, Merkel teme quedarse más sola que nunca al frente del buque europeo, por lo que ha solicitado una España más implicada en la estabilidad de la UE. La cancillera no ha querido aclarar explícitamente si Rajoy se va a convertir en su socio prioritario en la UE y se ha limitado a subrayar la importancia de que haya sido el líder europeo con el el que ha compartido almuerzo tras la cumbre con Obama. En ese encuentro, la cancillera ha alabado al resistencia de Rajoy. "Diríamos que tienes la piel de elefante", la ha dicho, según fuentes próximas a la reunión.

Ambos mandatarios han remarcado que colaborarán más estrechamente en la lucha contra el terrorismo del Daesh y que seguirán denunciando la anexión ilegal rusa de Crimea y presionando para que se cumplan los acuerdos de Minsk. “Somos partidarios de incrementar cada vez más nuestra participación en la defensa de la UE sin dañar nuestra pertenencia a la OTAN”, ha explicado Rajoy.A pesar de que no han hablado sobre las cuotas de reparto de refugiados, han asegurado que seguirán colaborando en la gestión de la peor crisis humana que Europa ha visto desde el final de la segunda guerra mundial.

OBJETIVO: RECORTAR EL DÉFICIT

Pero si hay un nexo que caracteriza la relación entre ambas potencias es la economía. La España de Rajoy, drásticamente tocada por el impacto de la crisis y su alto endeudamiento, ha sido la principal aliada en el sur continental de las políticas de austeridad fiscal de Merkel. “Me alegra que España vuelva a tener Gobierno. Tenemos un gran interés en que su desarrollo económico sea bueno”, ha remarcado la cancillera, consciente de que un Ejecutivo de izquierdas habría dañado su posición y que un incumplimiento español perjudicaría los intereses alemanes.

Uno de los principales objetivos de España es seguir generando empleo y rebajar el déficit público, que este año se será del 4,6% mientras que se espera cerrar el 2017 con un 3,1% y recuperar el nivel del PIB anterior a la crisis financiera. Rajoy, quien también a tendido la mano a Berlín para impulsar juntos el mercado digital, ha querido mostrarse más europeísta al remarcar que cumplirá con los objetivos dictados desde Bruselas y al agradecer la confianza de un socio “que le ha permitido a España crecer como ningún otro país europeo”.

Ambos mandatarios volverán a reunirse en Madrid durante el primer trimestre del 2017 para profundizar en todos esos aspectos.