Raúl Castro propuso a los cubanos 50 años más de "permanente lucha" y llamó a no variar el rumbo de la Revolución y a no confiar en EEUU por su "odio enfermizo y vengativo" hacia Cuba. El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, con su uniforme de general del Ejército, pronunció estas palabras ayer en la ciudad de Santiago de Cuba en un discurso marcado por constantes citas de su hermano Fidel, a quien se refirió hasta en 10 ocasiones.

Raúl Castro enfatizó que el comandante en jefe --es decir, su hermano-- vaticina que "quizá en adelante todo sea más difícil", y advierte de que "este país puede autodestruirse", en referencia a los cambios asociados a la perestroika que acabaron dando lugar a la disolución de la Unión Soviética.

SIN CAMBIO DE RUMBO Sobre EEUU, el presidente cubano recordó que "todas las administraciones norteamericanas no han cesado de intentar forzar un cambio en Cuba". La frase contrasta con su primer discurso al asumir el mando de la nación, el 2 de diciembre del 2006. Entonces, Raúl Castro habló de que La Habana estaba dispuesta a conversar con Washington en igualdad de condiciones. Una nueva Administración llegará en 18 días a la Casa Blanca y hoy por hoy no hay claras señales de voluntad de diálogo entre ambos.

En cuanto a la futura estructura de poder en la isla, Raúl manifestó ante unas 3.000 personas que corresponde a la "dirección histórica" --todos septuagenarios y en primera fila en este acto del Parque Céspedes-- preparar a las "nuevas generaciones" para continuar la Revolución, así como para no escuchar "los cantos de sirena del enemigo" ni olvidar sus vínculos con las masas.

Los edificios públicos de la plaza de la Revolución, donde está la tribuna preferida de Fidel, iluminan sus oficinas de tal forma que en las noches se vea en las fachadas un enorme 50. La televisión dedica amplios reportajes a imágenes de Fidel Castro desde la lucha en la Sierra Maestra y hasta el presente.

Raúl Castro, que comenzó a dirigir el país después de que Fidel anunciara que se encontraba enfermo, fue nombrado por la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) al frente del Estado y el Gobierno en febrero último. Ayer terminó sus palabras dando vivas a Fidel y repitiendo, como en otras ocasiones, el grito de guerra de los mambises durante las luchas independentistas: "¡Viva Cuba Libre!", en lugar de concluir con "¡Patria o muerte, venceremos!", como era la costumbre de su hermano.