El oleoducto que alimenta de queroseno al principal aeropuerto de Francia, el parisiense de Roissy-Charles de Gaulle, reabrió hoy tras haber permanecido cerrado durante horas por la huelga contra la reforma de las pensiones. La apertura del oleoducto permitirá el abastecimiento del aeropuerto, que corría el riesgo de quedarse sin combustible, indicó un portavoz oficial. El oleoducto estuvo cerrado a causa de las protestas por el retraso de la edad de jubilación preconizado por Nicolas Sarkozy, lo que llevó al Ministerio de Ecología a señalar que en el Charles de Gaulle sólo quedaba combustible para dos días. Aviación Civil había llegado a pedir a las aerolíneas que operan vuelos de larga distancia que llenaran al máximo sus depósitos en los aeropuertos de salida para tener garantizado el retorno. En el resto de los aeropuertos del país, donde el tráfico aéreo es mucho menos intenso, las autoridades no preveían problemas de abastecimiento. De esta forma se aleja uno de los principales peligros que acechaban al país con motivo de los paros indefinidos provocados en el sector petrolero. Las doce refinerías del país están paralizadas y algunos de los depósitos de combustible fueron bloqueados ayer. Dos centenares de gasolineras tuvieron que cerrar por falta de combustible, por lo que el Gobierno permitió hoy el transporte de carburantes por carretera, algo normalmente prohibido en fines de semana.