La decisión de Juan Carlos I de abandonar España mientras arrecian las sospechas de corrupción y es investigado por la justicia suiza y española ha suscitado reacciones en todos los medios de comunicación internacionales. Todos ellos destacan su trayectoria en el trono y la difícil situación en la que se encuentra actualmente el rey emérito, amén de resaltar el posible debate político que puede abrirse sobre el futuro de la monarquía.

Reino Unido

"Un exilio forzoso", "El exrey de España acorralado", "La caída de un héroe nacional que plantó cara a Franco", "Un escándalo que amenaza con socavar la monarquía". Los medios británicos coinciden en el desastre que supone para la institución monárquica la marcha de Juan Carlos I por el escándalo financiero en el que está envuelto. Todos ellos detallan el devenir de los acontecimientos en los últimos años, que han desembocado en este final "humillante", según la BBC, "para quien parecía destinado a pasar a la historia como el líder que guio a España de la dictadura a la democracia", informa Begoña Arce.

El 'Daily Mail' subraya cómo la reputación de Juan Carlos I "ha caído empicado desde su abdicación, con continuos rumores de amantes, corrupción y cuentas en el banco en Suiza". El diario 'The Times' lleva en portada en su edición de papel la foto del antiguo monarca en uniforme militar. A la información del corresponsal en Madrid en una doble página, se suma un editorial del diario. "El exilio del antiguo monarca puede no ser suficiente para salvar la monarquía", señala. "El enfado de la opinión pública por el escándalo de sus finanzas amenaza con hundir a su hijo Felipe VI".

'The Times' alude a la "profunda fragmentación política" en España, con la "tensión por la campaña por la independencia en Cataluña" y la presencia de Podemos en la coalición de Gobierno. "En estos tiempos tan febriles, una monarquía constitucional puede ser una fuente de estabilidad y de unidad nacional. Pero, como la reina en Gran Bretaña ha demostrado a menudo, la estabilidad radica no sólo en los arreglos constitucionales, sino el carácter de la persona que ocupa el trono. Esa es una lección", concluye 'The Times', "que la monarquía española ha olvidado, con el riesgo que eso conlleva".

Francia

"El epílogo poco glorioso del reinado de Juan Carlos", "Enredado en los escándalos, el rey emérito quiere exiliarse", "Rey y ladrón de pollos", "Sospechoso de corrupción, Juan Carlos decide abandonar España". Con estos titulares los diarios 'Le Monde' y 'Libération', así como las cadenas de radio France Inter y France Info, resumen el último episodio de la serie de escándalos protagonizada por el rey emérito. Al otro lado de los Pirineos, el exilio de Juan Carlos siembra el terreno de la sátira y la crítica, informa Irene Casado Sánchez.

"Qué humillación para 47 millones de españoles!", resume la radio pública France Inter en su emisión matinal, antes de criticar ferozmente el modus operandi de este exilio inesperado: "Ni una carta a su pueblo, ni una carta a la justicia de su país. No, una carta a su heredero e hijo, aparentemente el único frente a quien se siente responsable. Feudalismo puro en el siglo XXI!".

En esta misma línea, el periódico 'Libération' califica la decisión de Juan Carlos como "una escapada propia de un vulgar delincuente a la fuga". La lista de críticas y adjetivos poco o nada gloriosos es larga. Los medios galos coinciden en sus titulares y todos ellos hacen especial hincapié en las dos investigaciones judiciales abiertas contra Juan Carlos por sus supuestos fondos en paraísos fiscales.

"Irse para salvar la monarquía. Desaparecer para proteger una corona que ayudó a restaurar". Con esta síntesis el diario 'Le Monde' aúna los sentimientos encontrados de la prensa francesa: Juan Carlos, protagonista de escándalos y desvergüenzas, versus, Juan Carlos, icono de la Transición democrática española.

Un icono caído en desgracia cuya partida, lejos de sanear la imagen de la monarquía, podría desgastar la notoriedad de su sucesor a los ojos de la opinión pública francesa. "Hoy, el rey Felipe VI está solo, casi podemos decir que está desnudo: su padre en el exilio, su cuñado en la cárcel por corrupción, su hermana, la infanta Cristina, despojada de su título de duquesa, y los institutos de sondeos se abstienen pudorosamente de evaluar la impopularidad de la monarquía", recapitula la radio pública más escuchada en Francia, France Inter. A la espera del próximo episodio de la trama protagonizada por Juan Carlos la polémica está servida.

América

Al otro lado del Atlántico, la noticia de la partida de Juan Carlos ha sido igualmente recogida por los medios de comunicación, especialmente los de América Latina, donde el rey emérito es considerado como una figura política clave y un "símbolo" de la democratización de muchos de estos países. El argentino 'Clarín' hace hincapié en la "paradoja" de que "ni el intento independentista de los catalanes ni las críticas al Gobierno por la gestión de la pandemia le complicaron el reinado tanto a Felipe VI como las presuntas tramoyas de su padre". "Con Juan Carlos lejos del palacio de la Zarzuela, tal vez terminen los dolores de cabeza para Felipe VI", añade.

El también argentino 'La Nación' lanza una batería de interrogantes: "¿Se fortalecerá la casa real ante la partida al exterior del rey emérito? ¿Fue realmente Juan Carlos I quien tomó esta decisión o fue su hijo quien impulsó esta drástica medida? ¿Cuánto demorará la justicia española en convocar a declarar, si es que lo hará en algún momento, al 'rey de la Transición'? ¿Anunciará la corona en breve otra medida para fortalecer esta institución? ¿Debe interpretarse esta distancia como un castigo social por sus actos? ¿Cuánto ha presionado el Gobierno a la Corona para tomar esta medida?".

Los principales diarios brasileños también resaltan la situación del rey emérito, como el diario 'O Globo', que titula: "Sospechoso de corrupción, el rey Juan Carlos dejará España", y resalta en su información el respeto que se ganó el monarca "por su papel en la conducción de España de la dictadura franquista a la democracia", pero "una serie de escándalos" hicieron caer su popularidad.

En EEUU, el corresponsal de 'The New York Times' en España, Raphael Minder, considera que la partida del rey emérito "puede alimentar el debate político y social en España sobre la monarquía" y recuerda los apuros de otros miembros de la realeza europea como el príncipe Andrés de Inglaterra por sus vínculos con el financiero Jeffrey Epstein, o el rey Alberto II de Bélgica.

Países árabes

Las monarquías de la Península Arábica -de donde salió el dinero por el que se está investigando al rey emérito-, de momento, ven esta crisis desde la distancia. Ninguno de sus gobiernos ha dicho palabra de la salida de Juan Carlos de España, y de momento no se espera que lo hagan, informa Adrià Rocha Cutiller.

De hecho, en Arabia Saudí, los medios están más preocupados por la salud de su rey, Salman Bin Abdulaziz, quien supuestamente le dio el dinero a Juan Carlos y que ahora, hace cuatro días, acaba de salir del hospital después de que le hayan extirpado la vesícula biliar. Bin Abdulaziz, amigo del rey emérito, tiene 84 años.

En Emiratos Árabes Unidos (UAE), aliado íntimo de los saudís, ocurre más de lo mismo: impera un silencio absoluto. Algunos de sus periódicos mencionan lo sucedido, pero de una forma lo más opaca posible: dicen el qué pero no el quién. "Había aumentado la presión sobre el antes popular y ahora polémico antiguo rey de España mientras los investigadores suizos y españoles investigan supuestos sobornos en un contrato de un tren de alta velocidad", dice el periódico emiratí 'Khaleej Times', que se cuida de mencionar dónde y con quién fue firmado ese contrato.

Al Jazeera, de Catar y enemigo íntimo de los saudís, sin embargo, sí que da más detalles: ellos sí explican que el tren es el que va de la Meca a Medina, dos de las principales ciudades de Arabia Saudí.