El portavoz militar de los rebeldes libios, Ahmed Omar Bani, ha confirmado este domingo, después de días de rumores y especulaciones, la muerte de Hamis, uno de los hijos de Muamar Gadafi. Hamis, que era comandante de una fuerza de élite, falleción en combates en Tarhuna, a 90 kilómetros al suroeste de Trípoli.

En una rueda de prensa en Bengasi, capital de los revolucionarios, Bani ha explicado que junto a Hamis también falleció Muhamad Sanusi, uno de los hijos del exjefe de los servicios de Inteligencia libios, Abdalá Sanusi. El pasado día 29, el canal emiratí Al Arabiya afirmó, citando a una fuente rebelde, que el hijo de Gadafi había fallecido el día anterior en un combate. Hamis, nacido en 1978, participó como jefe militar en la represión de las manifestaciones que estallaron el 17 de febrero en Libia y que desembocaron en una guerra civil que prácticamente ha derrocado al régimen del coronel.

Con la confirmación de su muerte y tras la huida a Argelia de tres de los hijos de Gadafi, continúan en paradero desconocido, además del propio dictador, Seif al Islam, la cara mediática del régimen y el más probable sucesor de su padre en el poder; Saadi, exfutbolista, y Mutasim, jefe del Consejo de Seguridad Nacional.

Bani ha asegurado que no dispone de ninguna información sobre el paradero de Gadafi y ha recordado que Libia es un país extenso con seis millones de habitantes. "Ha estado 42 años en el poder, y este hombre es capaz de disfrazarse", ha subrayado el portavoz rebelde. En cambio, según la cadena Al Jazira, el Consejo Nacional de Transición asegura que ya sabe dónde se oculta Gadafi aunque no ha dado más detalles.

Por otra parte, los rebeldes han dado por acabadas las negociaciones para la rendición de las fuerzas gadafistas que resisten en Bani Walid, al sureste de Trípoli. Ello supone, según los avisos que estos días han lanzado los insurgentes, que pueden lanzar un ataque sobre la ciudad en cualquier momento. El CNT sospecha que Saadi Gadafi podría ocultarse en Bani Walid.