Amedida que avanza su tramitación parlamentaria, crece en Francia la oposición política y cívica a la enmienda que pretende introducir las pruebas de ADN en los procesos de reagrupamiento familiar de los inmigrantes. Diputados y senadores de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), la mayoría gubernamental, están en contra y ayer se hizo público un manifiesto que pide la retirada de la enmienda, firmado por políticos, sindicalistas, científicos, artistas y deportistas, entre ellos el jugador del Barça Lilian Thuram.

El llamamiento reclama al presidente Nicolas Sarkozy y al Gobierno que no se hagan las pruebas, "so pena de contribuir, introduciendo la idea de que se puede aportar una respuesta biológica a una cuestión política, a romper por un tiempo duradero las condiciones de un debate democrático, sereno y constructivo" sobre la inmigración.

MANIFIESTO DE SOS RACISMO A iniciativa de SOS Racismo y del semanario satírico Charlie Hebdo , el texto está firmado, entre otros, por el exprimer ministro Dominique de Villepin (UMP), el centrista François Bayrou, los socialistas François Hollande, Ségolène Royal, Laurent Fabius y Lionel Jospin, el genetista Axel Kahn, los sindicalistas Bernard Thibault (CGT) y Jean-Claude Mailly (Fuerza Obrera), las actrices Isabelle Adjani y Jeanne Moreau, y los escritores Bernard- Henri Lévy y Jorge Semprún.

"Nunca una petición había reunido a tanta gente que, sobre otros temas, sobre todo políticos, discrepa", declaró el director de la revista, Philippe Val. Los firmantes rechazan que la enmienda trate de luchar contra el fraude en el reagrupamiento familiar, como defiende el Gobierno, que lo cifra en un 30% de los expedientes, y denuncian que instaura una "sospecha generalizada" hacia los extranjeros.

Ni la suavización de la enmienda en la Asamblea Nacional y en el Senado han frenado a la oposición. Ayer, hasta el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer (UMP), consideró la enmienda innecesaria. El proyecto de control de la inmigración endurece las condiciones del reagrupamiento familiar, con exámenes de francés y de los "valores de la República" en el país de origen y aumenta el mínimo salarial exigido a un inmigrante para traer a su familia.

ENMIENDA SUAVIZADA La tramitación del proyecto se enrareció cuando el diputado Thierry Mariani, nieto de inmigrantes italianos, propuso la enmienda de los tests de ADN para el reagrupamiento familiar si surgían dudas sobre filiación. La propuesta chocaba con el Código Civil francés, que solo permite estas pruebas con autorización judicial y por motivos científicos. La Asamblea Nacional aprobó el 20 de septiembre la enmienda, rebajada por el Gobierno en algunos aspectos, pero seis días después fue eliminada en la Comisión de Leyes del Senado.

Ante la rebelión en las filas de la mayoría, el Gobierno volvió a dulcificar la enmienda. La decisión de hacer el test ya no será de los funcionarios consulares, sino de un juez civil; el Estado pagará el coste y solo se usará para comparar el ADN materno.

El primer ministro, François Fillon, defendió ayer la enmienda en la sesión de control del Gobierno en la Asamblea. Pero la decisión depende ahora del pleno del Senado.