La exitosa gestión económica de su mandato había colocado a Nueva Democracia (ND), el partido del primer ministro saliente, el conservador Costas Caramanlis, como gran favorito de cara a la elecciones legislativas que hoy se celebran en Grecia. No obstante, una serie de escándalos financieros y, sobre todo, la ola de incendios que devastaron 3.000 kilómetros cuadrados de territorio este agosto y costaron la vida a 66 personas han hecho que la victoria del ND no esté clara.

Las encuestas publicadas el 31 de agosto, fecha límite de autorizada para la difusión de sondeos, auguraban unos comicios muy reñidos entre el partido de Caramanlis y el Partido Socialista Panhelénico (Pasok), de George Papandreu. Aquellos sondeos concedían al ND un 31,5% de intención de voto, mientras que los socialistas estaban pisándoles los talones con un 30,8%. Así, el fiel de la balanza puede decantarlo los indecisos, entre el 13% y el 20% de los electores.

REDISTRIBUCION DEL VOTO 21 partidos se disputan hoy los votos de 10 millones de griegos en un país donde ir a votar es obligatorio para las personas de entre 18 y 70 años y optativo para los mayores de esa edad.

Los analistas sostienen que la mala gestión del Gobierno en la lucha contra los incendios ha llevado a muchos electores a optar por partidos menores. Esa redistribución del voto puede dañar el resultado de los grandes partidos y obligarles a tener que pactar para poder formar Gobierno. Sin embargo, Caramanlis ya ha dicho que prefiere convocar unas nuevas elecciones antes que aliarse a otros partidos.

El primer ministro afronta hoy unas elecciones muy distintas a las que había previsto cuando, a mitad de verano, decidió adelantar seis meses los comicios. Su objetivo entonces, cuando los sondeos le eran muy favorables, era arrasar en las urnas y lograr "un mandato fuerte para seguir con las reformas". Sin embargo, las felices expectativas de Caramanlis se fueron resquebrajando conforme el fuego devoraba el 2,3% del territorio.