El Reino Unido se blinda aún más para eludir los ataques terroristas. El primer ministro, el laborista Gordon Brown, anunció ayer un reforzamiento de la seguridad en las instalaciones más concurridas e importantes del Reino Unido, como puertos, estaciones de ferrocarril, aeropuertos y un centenar más de lugares públicos considerados como "sensibles".

El ambicioso plan gubernamental contempla la creación de barreras de seguridad, zonas de exclusión de vehículos y la construcción de edificios resistentes a las explosiones. Las nuevas medidas van dirigidas a prevenir los ataques terroristas con coches bomba. El Gobierno británico distribuirá una guía con las nuevas recomendaciones para mejorar la vigilancia en miles de teatros, cines, hoteles, centros deportivos, hospitales, escuelas, centros comerciales y lugares de culto.