Los sabotajes y actos de violencia siguen por todo Irak. Un oleoducto que une los campos petrolíferos de Kirkuk con la refinería de Baiji, al norte del país, fue pasto ayer de las llamas a consecuencia de lo que parece un nuevo atentado, según el Ejército estadounidense. El fuego aún tardará uno o dos días en ser extinguido, informa la agencia France Presse.

Además, cerca de la frontera con Siria, siete soldados de EEUU resultaron heridos al explotar una mina.