La UE acordó ayer revocar las sanciones diplomáticas contra el régimen cubano y abrir un diálogo político incondicional, decisión cuya efectividad será revisada dentro de un año. Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete llegaron a dicho compromiso durante una cena celebrada en el marco de la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de la UE.

El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, estuvo durante toda la cena intentando conseguir el levantamiento de las sanciones, para enviar un mensaje de aliento a la población de la isla caribeña e iniciar un diálogo con La Habana, tras los cambios emprendidos por Raúl Castro. En los últimos días, varios países, con Alemania a la cabeza, mostraron sus reticencias y pidieron más tiempo para lograr el consenso de la UE.

Las nuevas suspicacias de los alemanes, junto a las de checos, holandeses y daneses, pillaron por sorpresa a las autoridades españolas, aunque al final convencieron a sus socios de que las sanciones decretadas en el 2003, tras la ola de detenciones de disidentes, han sido "inútiles" en su objetivo de ganar terreno a la dictadura y, sobre todo, eran la "excusa perfecta" para que el régimen siguiera dando la espalda al diálogo con la UE.

La cancillera Angela Merkel frenó la aspiración española el lunes, cuando reclamó que el asunto saliera del orden del día del Consejo de Ministros de Exteriores, donde se iba a proclamar la anulación de las sanciones. Sin embargo, finalmente el tema se trató anoche en la cena y se logró revocar las sanciones diplomáticas a Cuba.