Los familiares de católicos y protestantes asesinados durante los 30 años que duró la violencia sectaria en Irlanda del Norte coincidieron ayer en una reunión en Belfast que acabó con intercambio de insultos y recriminaciones.

El motivo fue la propuesta de una comisión independiente, presentada al Gobierno británico, para que se indemnice por igual a los terroristas y a sus víctimas. Es una de las 30 recomendaciones del Consultive Group on the Past (Grupo Consultivo sobre el Pasado), que durante 15 meses ha estudiado posibles medidas para cicatrizar las heridas. La sugerencia de indemnizar con 12.000 libras (12.900 euros) a todas las familias con alguno de los 3.600 muertos en los enfrentamientos, fuera quien fuera, ha levantado ampollas. El plan ignora, además, a las 40.000 personas heridas.