"NO AL FONDO Monetario Internacional, no a la UE, tomemos nuestro destino en nuestras manos". Con este revolucionario eslogan de condena al programa de austeridad económica para Grecia, 17.000 estudiantes, profesores y trabajadores desafiaron ayer la lluvia que caía sobre Atenas y marcharon por el centro de la ciudad hasta la embajada de EEUU. Durante la protesta, grupos de manifestantes rompieron lunas de comercios y provocaron destrozos, lo que obligó a los 7.000 agentes que vigilaban el acto a intervenir y a disparar gases lacrimógenos. Los comercios de varios barrios cerraron, al tiempo que el trafico se detuvo al paso de los manifestantes, encabezados por una bandera ensangrentada.