Las revueltas en los países árabe han costado la vida a once periodistas en el último año, periodo en el que los Gobiernos contra los que iban dirigidas las protestas han incrementado los métodos censores en internet, según un informe publicado hoy por "Reporteros sin Fronteras (RSF)".

Durante las tres semanas que siguieron a la inmolación el 17 de diciembre de 2010 del joven tunecino Mohamed Bouazizi, catalizador de las revueltas en ese país, las redes sociales Facebook y Twitter "tomaron el relevo de los medios de comunicación tradicionales" y fueron los únicos a los que "los tunecinos y el resto del mundo tuvieron acceso", señala el informe.

La policía tunecina bloqueó entonces las descargas desde esos y otros sitios web como Flickr, YouTube, Dailymotion o Vimeo, una práctica que se repitió en otros países que, a partir de la revolución tunecina, fueron también fueron escenario de revueltas ciudadanas.

En Egipto, recuerda RSF, se llegó incluso a cortar el acceso total a internet durante cinco días, ocasionando unas pérdidas financieras que la OCDE cifra en 90 millones de dólares. Mientras los manifestantes ocupaban la plaza Tahrir para pedir la salida de Hosni Mubarak del poder, los periodistas extranjeros fueron "objetivo sistemático de una increíble campaña de violencia orquestada por la policía militar" de ese país. Agrega la organización que desde que la Junta Militar asumió el poder en Egipto tras la caída de Mukarak, el Ejército ha "perpetuado" y "reforzado" los mismos métodos de control de la información. Desde entonces, 25 periodistas han sido agredidos y 20 detenidos.

En Libia, país que vivió la caída del dictador Muamar el Gadafi tras una guerra civil, hasta cinco periodistas perdieron la vida, 32 fueron encarcelados y 15 secuestrados. También en ese país se bloqueó el acceso a internet "en varias ocasiones" e incluso se llegaron a "suspender" todas las conexiones telefónicas fijas y móviles. Tras la caída del dictador, destaca RSF, el país ha conocido una "verdadera liberación de la palabra" y una "apropiación progresiva del espacio público" con la aparición de cadenas de radio y televisión.

El balance en Bahrein ha dejado un ciberdisidente y un periodista muerto, once reporteros agredidos y seis expulsados del país, recapitula RSF, que destaca que los que más sufrieron diferentes firmas de presión y de censura fueron los trabajadores locales de los medios de comunicación, esencialmente a través de despidos o dimisiones forzosas.

En Siria, donde es más difícil disponer de datos, RSF señala que "más de 15.000 personas habrían sido asesinadas" desde el inicio de las revueltas contra el régimen de Bachar Al Assad, entre los que habría "numerosos periodistas y blogueros". Otros habrían sido "secuestrados o detenidos y torturados bajo arresto", agrega la organización, que recuerda que el régimen expulsó a la prensa extranjera "desde el inicio del movimiento".

En el último de los países analizados en el informe, Yemen, tres periodistas han muerto y son frecuentes "tanto los arrestos como los secuestros, que pueden durar desde unas horas a unos días" y afectan no solo a periodistas independientes sino también a antiguas figuras de la prensa oficial" que se han sumado a las protestas.

En resumen, la organización destaca que los periodistas locales y los fotógrafos han sido el blanco de la mayor parte de las agresiones en los países árabes en el último año, donde cada país ha empleado diferentes estrategias para "imponer una censura total a los profesionales de la información o bloqueros".