El rey de Arabia Saudí, Abdalá, ha anunciado reformas sociales por valor de 25.000 millones de euros a su regreso al país, del que ha estado ausente tres meses para recibir tratamiento médico. Abdalà, de 87 años, ha propuesto un plan de acción que incluye financiación para compensar la inflación alta, para ayudar a los jóvenes desempleados y apoyar a las familias para conseguir viviendas asequibles. Las medidas llegan tras varias protestas populares por la pobreza, la corrupción y la represión, tal como ha sucedido en varios países vecinos, incluidos Bahrein y Yemen, pero no incluyen reformas políticas en un régimen de monarquía absoluta. La llegada del monarca a Riad, sin embargo, se ha hecho entre festejos y banderolas. Cientos de hombres vestidos de blanco y ataviados con espadas han realizado un baile tradicional de los beduinos para recibir al monarca. También los presentadores de televisión estatal llevan bufandas con los colores de la bandera de Arabia Saudita en la cobertura del regreso del monarca, titulada "la alegría de una nación". La estabilidad política del mayor productor de la OPEP es de interés mundial. Arabia Saudí controla más de una quinta parte de las reservas de petróleo, es un soporte importante de activos en dólares y un aliado vital en la región de EEUU. Ni eleccciones ni parlamento La oposición saudí reclama medidas como elecciones municipales. El estado del Golfo Pérsico no tiene elegido el parlamento o los partidos políticos y no tolera la disidencia pública. Abdelaziz es rey de Arabia Saudí desde el fallecimiento de su hermanastro, el rey Fahd, el 1 de agosto del 2005. Fue operado en dos ocasiones en Estados Unidos por una hernia con complicaciones y desde enero se encontraba en Marruecos para proseguir la convalecencia. El sucesor en el trono saudí es el príncipe Sultan Abulaziz, de 82 años, quien en 2010 también tuvo que ser sometido a una operación quirúrgica en Estados Unidos.