El rey Abdalá de Jordania se mostró ayer muy pesimista ante una posible resolución pacífica de la crisis con Irak y consideró que tendría que producirse un milagro para que no estalle la guerra. En una intervención ante el Foro Económico Mundial reunido en Davos, el monarca consideró que se está "un poco lejos" de una solución diplomática entre Irak y la comunidad internacional.

El monarca subrayó: "Todo puede llegar; yo espero que sea rápido y lo menos doloroso posible".