Las autoridades saudís han desplegado al menos 5.000 soldados y policías para reforzar la seguridad de los peregrinos durante el vigente Ramadán en las ciudades santas de La Meca y Medina. El Gobierno de Riad teme otro atentado inminente, al igual que EEUU, que ayer anunció un cierre temporal de su embajada en Sudán.

El atentado del sábado en Riad --en el que murieron 17 personas y más de un centenar fueron heridas--, así como toda una serie de incidentes menores y atentados frustrados denunciados en las últimas semanas por los saudís en estos lugares santos, habrían acelerado este despliegue.

CELULA TERRORISTA

Oficialmente, la medida se adoptó tras el "desmantelamiento de una célula terrorista que preparaba un atentado en La Meca" que, junto a Medina, puede llegar a albergar a 2,5 millones de fieles, dos millones de los cuales son extranjeros, durante la Omra , el pequeño peregrinaje de los últimos días del Ramadán.

Estados Unidos sabía de la inminencia de un atentado en Arabia Saudí, pero no tenía detalles precisos sobre el objetivo --sólo que éste estaría poco protegido-- o sus posibles autores para desbaratar la trama, según publicó ayer el diario The New York Times . Por eso, cerró su embajada en Riad y sus dos consulados en Yeda y Dahran el mismo sábado, horas antes de producirse el ataque en la capital saudí.

Por amenazas "creíbles" contra intereses norteamericanos, la Embajada de EEUU en Jartum suspenderá sus actividades durante una semana.

FOMENTAR LA INESTABILIDAD

Pero EEUU no es el único objetivo de Bin Laden. El secretario de Estado adjunto de Washington, Richard Armitage, declaró a la cadena de televisión árabe Al Arabiya que Al Qaeda "trata de derrocar a la familia real y al Gobierno saudí". "Todas las indicaciones apuntan a que quieren arrastrar al régimen a una guerra", añadió el número dos de Colin Powell, que ayer se encontraba en Egipto.

En esta tesis abundó el analista saudí Mohames Said al Tayeb, citado por la prensa regional: "Buscan derrocar al régimen. No había ni un solo norteamericano que viviese en ese complejo". Entre los muertos y los heridos en el ataque del sábado figuran ciudadanos de países árabes de Africa, India, Bangladesh, Indonesia, Pakistán y Turquía, entre otros. Frente a atentados anteriores contra intereses occidentales, como el que en mayo causó 35 muertos en Riad, los extremistas se decidieron el fin de semana por infligir un golpe a los árabes.