En una visita sorpresa a Bagdad, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, expresó ayer el total apoyo de Washington al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, en el pulso armado que mantiene con las milicias del clérigo radical chií, Moktada al Sadr. El Gobierno de Bagdad afirmó que "no hay nada que negociar" con Sadr, después de que el religioso amenazara el sábado con "una guerra abierta" si las fuerzas de seguridad iraquís y los soldados de EEUU no detienen sus operaciones militares contra el Ejército del Mehdi, la milicia que él controla.

En las últimas 48 horas, al menos 30 personas, entre ellas siete civiles, han muerto en los combates de Ciudad Sadr, en Bagdad.

Rice saludó la decisión con la que Maliki lanzó en marzo una fuerte ofensiva contra las milicias de Sadr en Basora (sur) y otras ciudades de Irak. La jefa de la diplomacia estadounidense dijo que nunca antes se había alcanzado el grado de unidad que estas últimas semanas han mostrado sunís, kurdos y chiís para acabar con el Ejército del Mehdi.

Maliki no solo ha contado con el apoyo del líder kurdo, Masud Barzani, que ha ofrecido al Ejecutivo tropas kurdas para luchar contra los radicales chiís, sino también del vicepresidente del país, el suní Tariq al Hashemi. "Estamos viviendo la primavera política iraquí", dijo ayer el presidente de Irak, el kurdo Yalal Talabani. El Frente de la Concordia Nacional, el principal bloque suní, que abandonó el Gobierno el año pasado, está a punto de reincorporarse al Ejecutivo.

ACUSACION Un alto dirigente del movimiento que lidera Sadr, el diputado Fawzi Tarzi, acusó al Gobierno de Maliki de lanzar una "feroz campaña militar y mediática" y de planear una "sucia conspiración política con apoyo de las fuerzas de ocupación" contra los seguidores del clérigo chií. Tarzi advirtió de que en Ciudad Sadr, uno de los principales feudos del Ejército del Mehdi, se vive "una tragedia humana". Según dijo, citando fuente médicas, en las últimas semanas han muerto 400 personas y han resultado heridas más de 1.300 en los combates en este distrito, poblado por más de 2,5 millones de personas, la gran mayoría de extracción humilde.

Horas después de que el sábado Sadr lanzara una "última advertencia" y amenazara a las autoridades iraquís con "una guerra abierta hasta la liberación", por los altavoces de algunas mezquitas de Ciudad Sadr se emitieron mensajes animando a "combatir a los ocupantes". Los enfrentamientos en este distrito continuaron ayer, con un saldo de 20 milicianos muertos, según el Ejército de EEUU. El sábado fueron seis los fallecidos. La policía iraquí, por su lado, informó de la muerte de otras seis personas la madrugada del domingo.

GRABACION Por otro lado, en una grabación colgada en internet el sábado, el jefe de Al Qaeda en Irak, Abú Ayub al Masri, anunció para estas semanas una ofensiva. Maliki dijo ayer a Rice que las fuerzas de seguridad iraquís se están preparando para el asalto final a los focos de terroristas de Al Qaeda en Mosul.