Optimista pero con claros mensajes para el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás (alias Abú Mazen ). Así llegó ayer a Jerusalén la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, en su primera gira por Oriente Próximo sólo dos días antes de la esperada cumbre que Sharon, Abú Mazen, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el rey Abdalá de Jordania celebrarán en la localidad egipcia de Sharm el Sheij el próximo martes. "Estos son tiempos para el optimismo porque se están produciendo cambios fundamentales en todo Oriente Próximo", declaró Rice.

Mientras en Sharm el Sheij está todo listo para la cumbre que escenificará el estado de optimismo decretado en la zona --el martes probablemente Sharon invitará a Mubarak a visitar Israel--, Rice transmitió a Sharon que ahora es el momento para la paz y que ésta pasa por apostar por Abú Mazen, por lo que Israel debe contribuir a afianzar su liderazgo. "Estamos impresionados con Abú Mazen", declaró Rice antes de exhortar a Israel a tomar "decisiones difíciles para contribuir a la creación de un Estado palestino democrático". En su primer día, Rice visitó el museo del Holocausto y se reunió con Sharon, el ministro de Exteriores, Silvam Shalom, y el presidente israelí, Moshe Katsav.

CONTENCION Más que decisiones, Rice pidió a Sharon que no debilite a Abú Mazen. Por eso, la secretaria de Estado instó a Israel a llevar a cabo el plan de evacuación de los asentamientos de Gaza y le pidió que no adopte políticas en Jerusalén que rompan el statu quo de la ciudad, que Israel considera su capital tras la anexión en la guerra de 1967 ante el rechazo de la comunidad internacional. Rice destacó que el muro no debe establecer fronteras definitivas y que los asentamientos no deben crecer.

Rice completará hoy su viaje con una entrevista con Abú Mazen en Ramala, donde, entre otros temas, analizarán las perspectivas de la cumbre de Sharm el Sheij. A pesar de encontrarse en la zona, Rice no viajará el martes a Egipto, ya que EEUU quiere que de esa cumbre salga la imagen de que Sharon y Abú Mazen avanzan sin mediación externa. Pero Washington mantendrá un ojo en la localidad egipcia. Así, el secretario de Estado adjunto, William Burns, visitó ayer El Cairo.

CAMINO DESPEJADO El camino hacia la cumbre ha quedado despejado después de que el sábado por la noche palestinos e israelís llegaran a un acuerdo sobre la liberación de presos palestinos que, en la práctica, implica aparcar el asunto hasta después de Sharm el Sheij. Ambas partes acordaron crear una comisión mixta que decidirá, nombre por nombre, qué prisioneros van a ser liberados. Para los palestinos, es un paso adelante porque logran que los nombres no sean una prerrogativa exclusiva de Israel. Para los israelís, es una buena solución para no verse forzados por ahora a excarcelar presos con delitos de sangre.

El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, anunció ayer la liberación de dos de los seis detenidos en los que Abú Mazen más había insistido. Uno de ellos es Kasam Barguti, hijo del también preso Maruán Barguti, considerado uno de los líderes de la intifada. Mofaz informó de un alto temporal de las operaciones militares en los territorios. Israel se encontraba ayer en estado de máxima alerta. Mofaz incluso apuntó que Abú Mazen podría ser objetivo de un atentado.