El eco de los disparos que hace 12 días mataron a 72 emigrantes en un rancho de Tamaulipas resonó ayer en toda Latinoamérica. El superviviente ecuatoriano advirtió por televisión a los sin papeles de que no traten de ir a EEUU, porque "hay muchos malos que no dejan pasar y Los Zetas están matando a mucha gente". Y Honduras, que recibió 16 cadáveres, tildó de irresponsable al presidente de Ecuador, Rafael Correa, por revelar la existencia de otro superviviente.

Correa se fue de la lengua al anunciar que Freddy Lala, que escapó del rancho y alertó a los militares, ya se encontraba "seguro en el país". El presidente ecuatoriano dijo: "Nos cuenta que hubo otro sobreviviente, un hondureño". México y Honduras tuvieron que confirmar ese extremo, mantenido en secreto.

El ministro de Exteriores hondureño, Mario Canahuati, lamentó la "irresponsabilidad" de Correa y añadió: "Un alto dignatario debería darse cuenta de cuándo debe hablar y cuándo sus palabras ponen en riesgo la vida de las personas".