El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, pidió que Bruselas "no se calle" en el conflicto abierto por la concesión en Brasil del estatuto de refugiado político al exactivista de extrema izquierda Cesare Battisti, condenado en Italia a cadena perpetua por cuatro asesinatos. La polémica estuvo muy presente en el FSM, donde 500 intelectuales brasileños firmaron un manifiesto de apoyo a Battisti.