Los 33 cumplieron ayer un mes en las tinieblas de la mina San José. El presidente chileno, Sebastián Piñera, ha ratificado su promesa de sacarlos de ahí antes de fin de año. Los trabajadores han vuelto a contactar con los suyos. Las videoconferencias acercan el momento del reencuentro, mientras que desde la superficie se cuentan los metros que la Strata 950 ha horadado: unos 50 de los 688 necesarios. Se cree que la puesta en marcha de otra perforadora, la T-130, permitirá ir más rápido. A estos artefactos ya los llaman "los milagrosos".

La fibra óptica ha acortado las distancias entre el socavón y el aire libre. "Lo vi de muy buen semblante, afeitadito, no como la vez pasada", dijo Jéssica Salgado de su esposo, Alex Vega, de 31 años. En el minuto de conversación, Vega le habló de un tema que le pesa como las rocas: las deudas. "Le dije que no se preocupe", lo consoló ella.

"Me falta el bistec"

Las cartas que suben permiten hacerse un mejor panorama de lo que sienten los mineros. Hay ironía, melancolía y expectativa. "Me falta el bistec con palta y la televisión", añora Omar Reygada. "Cuando salga de aquí te voy a dar la receta de cómo hay que adelgazar", le escribe Carlos Barrios a un familiar.

Dos semanas después del extraordinario hallazgo, los mineros ya no lucen famélicos. Visten ropa nueva, hacen ejercicio y las rutinas necesarias para acelerar el rescate. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha planteado enviarles vino y empanadas cara a los fastos del Bicentenario que el país celebra el 18 de este mes.

La idea fue rechazada de plano por Alberto Iturra, el psicólogo que asiste a los operarios desde la superficie. "¿Qué pasa si alguien no se lo quiere tomar y se lo da al del lado y el otro tampoco se lo quiere tomar y se concentra el alcohol en tres o cuatro personas? ¿Cómo nos hacemos cargo de eso?", se preguntó.

En 1972, en la cordillera de los Andes que separa Chile de Argentina, un grupo de jugadores de rugby uruguayos realizaron una proeza de supervivencia tras sufrir un accidente de aviación. Cuatro de los que regresaron para contarlo han visitado el campamento La Esperanza. "Cuando todo esto termine y pasen los años, y sean viejos como nosotros, estos problemas que están pasando acá les van a parecer minúsculos al lado de la alegría que es la vida", dijo Ramón Sabella a los familiares de los mineros.

"Milagro", dijo al comprobar que los mineros todavía estaban con vida. Un milagro se considera también el repunte de la popularidad del presidente Piñera que principio de agosto apenas alcanzaba el 46%, una cifra muy baja para un jefe de Estado que inició su gestión el 11 de marzo, en medio de réplicas de la tierra.

Ministros ´in situ´

El presidente chileno se ha involucrado personalmente en la operación de rescate, además de enviar a La Esperanza a dos de sus ministros que están en el lugar de los hechos de forma permanente. En el último sondeo la popularidad de Piñera ha sudido 10 puntos. El mandatario quiere convertir la mina en un lugar de peregrinación, una vez todos los trabajadores vuelvan a la superficie. Católicos y evangelistas se disputan el lugar.