Dilma Rousseff, elegida este domingo como la primera mujer que gobernará Brasil, pasó su primera mañana como presidenta electa en su domicilio de Brasilia, donde sólo recibió la visita de varios de sus más cercanos asesores. Decenas de periodistas y partidarios se apostaron frente a la casa de quien gobernará el país a partir del próximo 1 de enero, pero ni Rousseff se dejó ver ni nadie informó sobre sus actividades o el contenido de las conversaciones que tuvo con sus allegados. Rousseff, candidata el Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo en la segunda vuelta de las elecciones un 56% de los votos, contra el 43% que se apuntó su rival José Serra, abanderado del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Por la casa de la presidenta electa pasaron hoy, entre otros, el presidente del PT, José Eduardo Dutra, el diputado y ex ministro de Hacienda Antonio Palocci y el asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García, todos miembros de su equipo de campaña. "Aprovechará el día para comunicarse con varios jefes de Estado que la llamaron" durante la fiesta por la victoria para felicitarla y que "no pudo atender", dijo Dutra en unas breves declaraciones a periodistas. El presidente del PT apuntó que, durante las reuniones de hoy, se definirá también la agenda de la presidenta electa para los próximos días, que según fuentes de su equipo incluirá unos días de descanso en Porto Alegre (sur del país), con su hija y su nieto. Hoy es festivo en Brasilia y mañana lo será en todo el país, por el Día de los Muertos, por lo que Rousseff podría viajar esta misma noche hacia Porto Alegre, para regresar a la capital el próximo viernes. Ese día, según dijo a Efe un miembro del comité de campaña, la presidenta electa tendrá su primera reunión formal con el jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, para comenzar a discutir la transición que se iniciado con su elección. Sobre los próximos pasos de Rousseff, quien dio alguna pista fue el ministro de Planificación, Paulo Bernardo Silva, quien dijo a la estatal Agencia Brasil que la presidenta electa integrará la semana próxima la comitiva que acompañará a Lula a la Cumbre del G-20, que se celebrará en Corea del Sur. Antes, Lula y Rousseff harán una escala en Mozambique, hacia donde viajarán el próximo sábado para asistir a la inauguración de una fábrica de medicinas que Brasil ayudó a montar en ese país. Lula, quien la convirtió en candidata del PT y puso al servicio de su campaña su imagen y su popularidad, que llega al 83%, tampoco apareció hoy en público y permaneció en el Palacio de Alvorada, residencia oficial de la Presidencia, donde anoche recibió a Rousseff para celebrar la victoria.