La excandidata presidencial Ségolène Royal apurará hasta el último momento --el cierre de candidaturas, el sábado-- en el congreso de Reims para decidir si opta al puesto de primer secretario del Partido Socialista (PS) francés. Royal recordó anoche que nunca ha hecho del cargo "una condición previa" y repitió que lo importante es elegir "el mejor equipo" para dirigir un partido unido.

Royal decidió no pronunciarse con claridad sobre su candidatura en una entrevista concedida anoche al telediario de la cadena TF-1, pese a las expectativas que daban por seguro este anuncio, procedentes de comentarios de sus colaboradores. La excandidata presidencial, cuya moción fue la más votada por los militantes el pasado día 6, con un 29% de los sufragios, dijo que había enviado un documento de trabajo a los firmantes de las otras mociones (los alcaldes de París, Bertrand Delanoë, y de Lille, Martine Aubry, y el eurodiputado Ben´it Hamon) para lograr la unidad del partido y que está a la espera de sus respuestas.

Sostuvo que lo mejor es alcanzar esta unidad antes del congreso, que empieza mañana, pero dijo que, si no se consigue, eso no será un problema. "Asumiré mis responsabilidades con el equipo que me rodea, una nueva generación", afirmó Royal, para advertir de que está dispuesta a asumir el reto de la dirección, pese a admitir que no es "una mujer de aparato".

FRENTE EN SU CONTRA Las otras corrientes, que aceptan que Royal tome la iniciativa en nombre de la moción ganadora, digerirían mejor un candidato a primer secretario procedente del equipo de Royal que a ella. De ahí, quizá, la prudencia de la exaspirante al Elíseo. Hamon (que recibió el 19% de los votos) propone a Delanoë y Aubry (ambos con el 25%) unirse para cerrar el paso a Royal, pero ese frente, en el que la presidenta de Poitou-Charentes dijo anoche no creer, dividiría más al partido.