Los dos candidatos a la presidencia francesa multiplican los gestos para atraerse al electorado del centrista François Bayrou, árbitro de la segunda vuelta del 6 de mayo con su 18,57% de los votos. Ségolène Royal recibió ayer al expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors, quien le expresó "todo su apoyo" a la apertura al centro. Bayrou es un gran admirador de Delors.

"Ha manifestado todo su apoyo a esta iniciativa de apertura" y "sobre la voluntad de intentar trabajar para la convergencia de las ideas que pueden servir a Francia y permitirle avanzar", declaró Royal tras la reunión de una hora con Delors. La candidata socialista explicó que uno de los temas tratados fue el del Estado imparcial, "un valor central que Francia necesita hoy".

ESTADO IMPARCIAL En su libro Projet d´espoir (Proyecto de esperanza ), reclama un Estado imparcial en el que los altos funcionarios y los gabinetes ministeriales no varíen con el cambio de mayoría, en el que se respete la competencia y la buena fe y en el que los órganos de control sean realmente independientes.

Royal y Delors hablaron asimismo "de la necesidad de proceder a un nuevo referendo y, sobre todo, de rechazar la solución de un minitratado" europeo que sustituya a la Constitución, como propone el candidato de la derecha, Nicolas Sarkozy.

La candidata socialista ha planteado por escrito a Bayrou los temas de un posible pacto y espera una respuesta para ver "si las ideas que nos unen son más importantes que las que nos diferencian". Está previsto que Bayrou anuncie hoy su decisión cara al 6 de mayo, segunda vuelta de las presidenciales. Probablemente no pedirá el voto para ninguno de los dos finalistas y puede anunciar la formación de un partido demócrata similar al de EEUU para concurrir a las legislativas de junio.

Sarkozy, que también codicia los votos centristas, recibió ayer el apoyo del primer ministro, Dominique de Villepin, y reunió a sus parlamentarios, a quienes animó a seguir movilizados.