Ante la situación de bloqueo y de riesgo de explosión que vive el Partido Socialista (PS) francés en el congreso de Reims, la excandidata presidencial, Ségolène Royal, volvió ayer a recurrir a los militantes, los que le han dado la victoria en dos ocasiones, para romper un posible frente en su contra decidido a atajar sus aspiraciones de controlar el partido. Los militantes elegirán el jueves, por voto directo, al primer secretario.

En un discurso turbulento que reflejó el desgarro que sufre el partido, con constantes aplausos de parte de la sala y abucheos de otra, Royal se comprometió a que la cuestión clave de las alianzas con el centro la decidan los militantes en una consulta directa. Así, dijo, "esta cuestión no podrá servir más de pretexto para rechazar la unidad del partido". Los seguidores de Royal, cuya moción encabezó la votación de los militantes, con más del 29%, creen que los otros tres jefes de corriente, Bertrand Delanoë, Martine Aubry y Beno®t Hamon, usan las alianzas como un pretexto porque, mientras demonizan el Modem de François Bayrou, pactan con el partido centrista si lo necesitan.

Royal justificó la apertura del partido, lo que llamó "un nuevo frente popular", en la necesidad de que "todos los republicanos" se unan con el objetivo de derrotar a Nicolas Sarkozy.

EL CIELO Y LAS ESTRELLAS Con un discurso extemporáneo a la tradición del partido, recibido en ocasiones con burlas, habló de fraternidad, ternura, amor y perdón por los ataques y los insultos entre los socialistas, y hasta del cielo y las estrellas como objetivos de un "socialismo popular" que debe edificarse a través de un partido de masas. Royal no anunció su candidatura a la dirección porque ya lo habían hecho el viernes sus portavoces. Tampoco lo hizo su probable rival, Martine Aubry, que se limitó a expresar su "determinación total". Pero los lugartenientes de la alcaldesa de Lille ya habían declarado que su candidatura era "muy probable".

Todo se jugaba en la noche de los cuchillos largos, de ayer a hoy, en la que se reunió la comisión de resoluciones, un centenar de cuadros en busca de una síntesis que alumbrara una mayoría. El intento de un frente contra Royal formado por los seguidores de Delanoë, Aubry y Hamon no ha cuajado por las divergencias entre ellos.

Aubry hizo un discurso clásico de izquierda, reivindicó el socialismo frente al liberalismo, consideró el "anclaje en la izquierda" como el corazón del PS, rechazó la alianza con el Modem y pidió una línea mayoritaria.