Ségol¨ne Royal solo tiene un defecto, su compañero". El portavoz de la candidata socialista, Arnaud Montebourg, se quedó tan ancho tras soltar en pleno debate televisado tan desafortunado comentario sobre Fran§ois Hollande, primer secretario del Partido Socialista (PS). El tenso silencio que se hizo tras sus palabras y la expresión de sorpresa de sus interlocutores le hicieron reaccionar: "Lo digo para reír, es una boutade broma". Demasiado tarde. El patinazo ha sido el catalizador de una tormenta que se cierne sobre la campaña del PS.

La borrasca empezó la semana pasada, cuando la propuesta de Hollande de subir los impuestos a los ciudadanos que cobren más de 4.000 euros netos al mes fue rechazada por Royal. La flagrante contradicción provocó un vivo debate que la derecha no dudó en explotar. Esta semana, la candidata se ha visto obligada a hacer público su patrimonio --y a reconocer que paga el impuesto sobre la fortuna, que se aplica a las personas físicas cuyo patrimonio excede los 760.000 euros-- ante las informaciones aparecidas. La fortuna de Royal y Hollande asciende a 900.000 euros, de los que 355.800 pertenecen a Royal. El candidato de la derecha, Nicolas Sarkozy, paga dicho impuesto desde hace un año. En total, liquidó 1.988 euros por un patrimonio de 1.137.000 euros.

Royal acusó indirectamente a la derecha de estar detrás de la maniobra al presentarse como víctima de una "campaña de racaille chusma", en alusión a la desafortunada palabra utilizada por Sarkozy para referirse a los jóvenes de barrios marginales.

En este contexto, la salida de tono de Montebourg ha sido la guinda. Royal ha decidido sancionarlo con un mes de suspensión como portavoz. "He restablecido el orden justo, he ejercido mi autoridad y he sacado la tarjeta amarilla, no hay que dramatizar, pero tampoco dejar pasar determinadas cosas", argumentó la candidata, que pidió comprensión: "No es fácil para una mujer ejercer la autoridad. Todos deben aceptar, en particular algunos hombres, que las mujeres la ejercen de otra forma, pero no más débilmente". Hollande se afanó en dar por "cerrado" el asunto para evitar que se hurgue más en una situación que vuelve a poner de relieve la existencia de dos estados mayores en el PS: el partido por un lado y el equipo de la candidata por el otro. El desliz de Montebourg ha hecho las delicias de una derecha animada por el repunte de su candidato en los sondeos, con un 52% de los apoyos. "Afortunadamente es el portavoz de la candidata", ironizó Sarkozy, mientras sus huestes daban rienda suelta al sarcasmo: "La maestra ha pegado con la regla al alumno".