La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) afirmó hoy que ya son al menos 75 los periodistas atacados durante la cobertura de las protestas en Egipto y reiteró la "increíble envergadura de la campaña de odio" lanzada contra la prensa internacional. RSF también confirmó el fallecimiento de un periodista, el egipcio Ahmed Mohammed Mahmoud, que trabajaba para el grupo "Al-Ahram". La organización considera que "todo periodista en el lugar parece haber sido víctima de un incidente" y, según los datos de la organización, ha habido ataques a al menos 75 profesionales de medios de comunicación enviados a cubrir las protestas en Egipto. "Es difícil tener un registro coherente de la situación" y algunos periodistas han preferido mantener el anonimato para evitar represalias contra ellos, señaló. El recuento proporcionado por RSF incluye además la cifra de 72 periodistas detenidos "durante al menos dos horas" y la de otros siete de los que no se tienen noticias. Un total de 25 equipos y oficinas de medios de comunicación han sido destruidos y atacados, respectivamente. Los medios que más han sufrido los ataques han sido el canal de televisión qatarí "Al-Yazira", con tres reporteros atacados y cuatro detenidos (posteriormente puestos en libertad), además de haber quedado destruidos sus locales. RSF comunicó también que, por nacionalidades, los periodistas objeto de más ataques han sido los de Estados Unidos (al menos 29, entre estos los de un equipo de Voice of America), seguidos de los franceses (18), Polonia (9) y los siete de Qatar (trabajadores de "Al Yazira". Las cifras comunicadas hoy suponen un incremento con relación al recuento publicado el viernes, cuando RSF tenía datos de que al menos 60 periodistas habían sido agredidos en El Cairo. El pasado jueves la organización aseguró estar "estupefacta por lo que parece una verdadera caza de brujas contra los medios de comunicación que cubren los acontecimientos en Egipto", y expresó "su gran preocupación por todos los periodistas que se encuentran en este momento en El Cairo". RSF subrayó que "la cabeza del poder egipcio debe considerarse responsable de esta política de agresiones", e hizo un llamamiento "urgente a la comunidad internacional a reflexionar sobre una posición fuerte y unánime, y a sacar conclusiones de los incidentes que puedan llevar a pensar en sanciones".