La Oficina Electoral Central anunció anoche la validez del referendo sobre la nueva Constitución de Rumanía, ya que hubo una participación del 54,46%, ligeramente por encima del porcentaje exigido. Los resultados sobre esta participación mantuvieron en vilo al país durante las dos jornadas de voto, en las que los recuentos parciales nunca llegaban al porcentaje requerido.

La ajustada participación fue interpretada por los analistas como una muestra de rechazo al Gobierno de Adrian Nastase. Preocupados ante la escasa asistencia a las urnas, las autoridades intentaron fomentar el voto.

Los alcaldes de dos distritos administrativos organizaron urnas volantes en los espacios públicos. Prometieron leña gratis a la aldea con el mayor número de votantes y ofrecieron a los estudiantes la posibilidad de participar en un concurso electrónico con premios.