Como si quisiera subrayar que EEUU ya ha decidido ir a la guerra --y que de nada servirán los intentos pacificadores de Francia y Alemania--, el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, agudizó ayer en Múnich su poco diplomática confrontación con sus homólogos francesa y alemán, para después jactarse de que alzará contra Irak "la mayor coalición de la historia de la humanidad", formada por "más de 90 países; casi la mitad del mundo".

Porque los halcones del Pentágono están convencidos, según las palabras de Rumsfeld, de que "la única solución pacífica" para la crisis de Irak es que "las naciones libres demuestren que están dispuestas a utilizar la fuerza si es necesario".

SEGUNDA RESOLUCION

Es decir, Washington --y su mejor aliado en Londres-- sí quiere ahora una resolución que autorice explícitamente un ataque militar, sin esperar a que los inspectores de desarme de la ONU terminen su trabajo. Una petición norteamericana preocupante cuando Irak está empezando a cooperar en algunos temas clave --sobre todo, los interrogatorios a solas de científicos iraquís de armamento-- y mientras EEUU cierne sobre el Pérsico un imponente Ejército que pronto reunirá a 250.000 soldados, con cinco portaviones y sus grupos navales.

Ante las resistencias de la que ha calificado como "vieja Europa" (que será desbancada por los países del Este), en la conferencia internacional de seguridad, Rumsfeld volvió a hacer comentarios tan despectivos como: "Si estás en un hoyo, deja de cavar". En referencia a "Francia y Alemania, que se arriesgan a aislarse a sí mismos, en vez de aislar a Estados Unidos", con su oposición a la guerra, que "mina la credibilidad de la OTAN".

Tan hirientes fueron sus palabras, que la ministra francesa, Mich¨le Alliot-Marie, tuvo que recordarle: "Ser aliados implica dialogar y respetar a los socios". Pero el eje franco-alemán no busca la ruptura transatlántica y está elaborando una alternativa a la guerra que bien pudiera ser la última oportunidad para la paz. El plan consiste en hacer de Irak casi un protectorado de la ONU, para desarmar a Sadam, y tiene el beneplácito inicial de Rusia y de China, ambos con poder de veto en el Consejo de Seguridad.

A los norteamericanos no les ha hecho ninguna gracia enterarse de ese plan por la prensa y un portavoz de Rumsfeld dijo ayer, cortante: "Les hemos hecho saber a franceses y alemanes que ésta no es la manera de obtener la aprobación de Estados Unidos".

O sea, que las tensiones transatlánticas se agudizan por mucho que Alemania intente aplacarlas accediendo finalmente al despliegue de aviones radar AWACS y de misiles antimisiles Patriot en Turquía. Y es que el presidente norteamericano, George Bush, sigue en sus trece, y ha vuelto a repetir que Irak "es un peligro para Estados Unidos y para el mundo" que se dispone a eliminar por la fuerza de las armas.

AVISO A ESTADOS UNIDOS

Tan cerca estamos ya de la guerra que Kofi Annan se ha sentido obligado a hacer una advertencia dirigida claramente a George Bush: "El empleo de la fuerza militar es una cuestión que no debe ser considerada por un solo Estado, sino por el conjunto de la comunidad internacional".

Una doctrina compartida por la inmensa mayoría de la opinión pública mundial --según demuestran las últimas encuestas-- y que en España se concreta en una amplia movilización por la paz.

Precisamente ayer, en Australia, más de 700 mujeres posaron desnudas para manifestar su oposición a la participación de su país en una eventual guerra contra Irak. Las mujeres, de edades comprendidas entre 20 y 60 años, se tumbaron en el suelo formado un inmenso corazón alrededor de las palabras No a la guerra para una fotografía aérea. La protesta coincidió con el viaje que emprendió a Estados Unidos el primer ministro australiano, John Howard, para entrevistarse con George Bush.

CRISPACION

Un clima de crispación política que refleja la tensión internacional y que se tradujo ayer en un incidente durante un acto sobre sanidad del PP, en Arganda del Rey (Madrid), donde varios militantes agredieron a un joven que interrumpió el discurso del presidente del Gobierno, José María Aznar, para pedirle que no apoye la guerra contra Irak.