Irak "no ha sido nunca un lugar pacífico y perfecto y es probable que no lo sea nunca", afirmó ayer Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EEUU y uno de los adalides de la invasión del país árabe. Rumsfeld apuntó la posibilidad de que el número de tropas en Irak se reduzca antes de haber logrado la pacificación del país. El secretario de Defensa no dio ninguna fecha para dicha reducción e insistió en que EEUU pondrá todos sus medios para que las elecciones de enero se realicen con garantías de seguridad.

Por su parte, el subsecretario de Estado, Richard Armitage, contradijo a Rumsfeld, y aseguró que las elecciones se deberán hacer en todo el país, pese a la violencia. Rumsfeld dejó entrever el jueves que los ciudadanos de las zonas en las que los enfrentamientos están a la orden del día no participarían en la consulta. Armitage aseguró que el equipo que está preparando las elecciones no ha tenido en cuenta en ningún momento la posibilidad de unos comicios parciales.

Mientras, en Bagdad, la violencia no cesa. Al menos cuatro iraquís murieron y otros 14 resultaron heridos por el estallido de un artefacto en una calle. Además, otras dos personas fueron ingresadas tras el ataque contra la Embajada de Italia en la capital.