El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, ha declarado el fin de las operaciones militares de "imposición de la paz" en Georgia, mientras los separatistas abjasos han lanzado una ofensiva para expulsar a las fuerzas georgianas. "El objetivo de la operación para imponer la paz se ha cumplido. La seguridad de las tropas de paz y de los ciudadanos rusos está garantizada", ha declarado Medvédev.El dirigente ruso ha hecho este anuncio durante una reunión con el ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Nikolái Makárov. "El agresor ha sido castigado y ha sufrido bajas significativas. Sus fuerzas armadas han quedado desorganizadas", ha dicho el mandatario.Al mismo tiempo, el líder ruso les ha ordenado "aplastar, en caso de que surjan, cualquier foco de resistencia o de agresión" en la zona. Mientras, las tropas permanecerán en las actuales posiciones en Georgia. Así lo ha avanzado el coronel general Anatoli Nogovitsin, que, además, ha negado que Rusia haya atacado la localidad georgiana de Gori. Reunión con SarkozyEl jefe adjunto del Estado Mayor, Anatoli Nogovitsin, ha advertido de que el alto el fuego contra las instalaciones militares georgianas "no significa que las tropas rusas no vayan a realizar actividades militares de otro tipo, como exploración", y ha subrayado que las tropas se retirarán definitivamente de Osetia del Sur cuando se haya garantizado la paz entre los contendientes.Rusia envió tropas a Osetia del Sur el pasado viernes, después de que estallaran los combates entre las fuerzas separatistas surosetas y el Ejército georgiano. El anuncio del jefe del Kremlin se ha producido poco antes de su reunión con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que ha volado a la capital rusa para abordar la situación bélica en el Cáucaso.Francia ha presentado al Consejo de Seguridad de la ONU una propuesta de resolución en la que se reclama el cese inmediato de las hostilidades entre Rusia y Georgia y el retorno de todas las fuerzas a las posiciones anteriores al 6 de agosto. Sin embargo, el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, ya ha adelantado que Moscú se opone al texto, aduciendo que no puede retirar sus fuerzas fuera de Osetia del Sur ante el peligro de que Tiflis vuelva a atacar a la región separatista.Petición de una zona de seguridadPor su parte, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, ha demandado la creación de una zona de seguridad más amplia que la anterior, y ha exigido que las tropas georgianas se retiren a lugares desde donde no puedan volver a atacar Osetia del Sur. Minutos antes del anuncio del líder ruso sobre el término de las operaciones militares, el primer ministro de Georgia, Vladímir Gurguenidze, ha denunciado que la aviación rusa ha reanudado los bombardeos sobre la ciudad georgiana de Gori.Asimismo, ha añadido que aviones rusos han bombardeado también las aldeas de Tkiavi y Sveneti, situadas en los alrededores de Gori, ciudad que se encuentra a 70 kilómetros al este de Tiflis. Durante el ataque de la ciudad ha muerto un cámara holandés, según ha informado la cadena de televisión RTL Nieuws, para la que trabajaba el fallecido.Avance de las tropas abjasasGurguenidze ha calificado de "difícil" la situación en los altos del desfiladero de Kodori, la única zona de Abjasia que controlaba el Gobierno central de Georgia. Los separatistas abjasos se han hecho con el dominio de la localidad de Azhara, centro administrativo de los altos de Kodori, según informa la agencia rusa Interfax.El presidente de la autoproclamada república de Abjasia, Serguéi Bagapsh, ha declarado que, además de Azhara, las tropas abjasas tomaron bajo su control la aldea de Chjalta. Bagapsh ha indicado que las tropas abjasas "avanzan hacia la frontera con Georgia", al tiempo que el Ministerio de Defensa abjaso ha expresado su convencimiento de que ya hoy sus tropas controlen todo el territorio de los altos de Kodori.