El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, dijo ayer que el diálogo con Hamás debe empezar lo antes posible, para reiniciar el proceso de paz en Oriente Próximo. Después de la invitación del presidente ruso, Vladimir Putin, al movimiento islamista a visitar Moscú, el enviado especial ruso a Oriente Próximo, Alexander Kalugin, afirmó que el encuentro puede celebrarse este mismo mes.

Kalugin informó de que los contactos mantenidos entre diplomáticos rusos y representantes de la organización Hamás ya han empezado, e incluso ayer se afirmaba que será Jaled Meshal, líder del movimiento en el exilio, el que encabece la delegación islamista.

LLAMADA A EEUU En un intento de tranquilizar a una comunidad internacional que recibió con estupor la invitación del presidente ruso, Lavrov mantuvo ayer conversaciones telefónicas con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, a quienes garantizó que el objetivo del diálogo con Hamás consiste en que el movimiento abandone la violencia y reconozca a Israel.

Hamás, por su parte, no sólo trabaja a nivel exterior --sus líderes se encuentran de gira por países árabes en busca de la financiación que Occidente estudia congelar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP)--, sino también a nivel interno. El diario saudí Asharq al Awsat publicó que la cara más moderada del movimiento, Ismail Haniya, se convertirá en el primer ministro de la ANP.