Rusia obtuvo ayer un giro histórico en sus relaciones con Ucrania, su antiguo vasallo soviético, que solo hace unos meses aspiraba a ser miembro de la OTAN. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, y su homólogo ucraniano, Viktor Yanukóvich, firmaron un acuerdo que prolonga hasta al menos el 2042 la presencia de la flota rusa en el mar Negro, en la península de Crimea. A cambio, el Kremlin hizo un descuento en el precio del gas del 30%. La rebaja supone para Ucrania un ahorro de 30.000 millones de euros a lo largo de la próxima década.

"Este acuerdo simboliza nuestra amistad y crea mejores condiciones para garantizar la seguridad en la cuenca del mar Negro", dijo Medvédev tras reunirse con Yanukóvich en la ciudad ucraniana de Járkov.

Con este logro, comienzan a cumplirse las previsiones que auguraban un cambio de rumbo en las relaciones entre Rusia y Ucrania tras la victoria de Yanukóvich, un prorruso declarado, en las elecciones presidenciales del pasado febrero. Su predecesor, el proeuropeo Viktor Yúschenko, que siempre abogó por el ingreso de Ucrania en la OTAN, aseguró en varias ocasiones durante sus cinco años de mandato que los buques rusos tendrían que abandonar Crimea en el 2017, cuando vence el anterior acuerdo firmado en 1997.

CUESTION TECNICA Ucrania tampoco tiene de qué quejarse. Yanukóvich calificó las concesiones rusas en lo que se refiere al precio del gas como un gesto "sin precedentes", y destacó que el Kremlin ha aceptado "todas las propuestas" ucranianas.

El presidente ruso se apresuró a afirmar que entre esas dos decisiones no había "una vinculación política, sino técnica". A pesar de hacer el descuento a Kiev en el precio del gas, Moscú pagará un 30% más por el alquiler de la base de la flota del mar Negro en Sebastopol, puerto de la península ucraniana de Crimea.

"Vemos este asunto en el contexto de la formación del sistema de seguridad colectiva en Europa, pues comprendemos que la flota rusa será uno de los garantes de la seguridad de los países del mar Negro", aseguró el presidente ucraniano. Sin embargo, la Constitución de Ucrania prohíbe la presencia de bases militares extranjeras en territorio ucraniano.