El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Jiang Zemin, instaron ayer a Corea del Norte a que desmantele su programa nuclear, al declarar que es una "amenaza para la región" y el mundo.

"Consideramos que es importante para el destino del mundo y para la seguridad del noreste de Asia que se preserve el estatuto de libre de armas nucleares de la península Coreana", señala la declaración conjunta que se emitió ayer al término de la reunión entre Putin y Jiang en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.

Ambos líderes destacaron también la "gran importancia de la normalización de las relaciones entre los gobiernos de EEUU y Corea del Norte, en línea con el acuerdo suscrito en 1994". Al firmar este documento, Pyongyang se había comprometido a desmantelar su programa nuclear secreto.

CONDENA A LOS ISLAMISTAS

Putin y Jiang se comprometieron a intensificar la cooperación en la lucha antiterrorista y en el comercio de armas. Ambos condenaron los movimientos separatistas de Chechenia y Xinjiang, que comparten el credo musulmán.