Rusia criticó ayer la decisión de EEUU de desplegar a partir del 2004 el escudo antimisiles, al declarar que puede provocar una nueva carrera armamentista. El ministro de Exteriores ruso, Igor Ivanov, exigió que el escudo "no dañe los intereses de la seguridad de Rusia y otros estados, ni inicie una carrera de armamentos". Ivanov hablará hoy en Washington sobre el tema con el secretario de Estado, Colin Powell. Igor Sergueyev, asesor de Vladimir Putin, declaró que el escudo "reducirá la eficacia de las fuerzas estratégicas rusas".