Rusia firmó ayer con Venezuela un histórico acuerdo de venta de armas y apoyó su ambición de entrar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como miembro no permanente en un sorprendente desafío a EEUU.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo venezolano, Hugo Chávez, se reunieron en el Kremlin para certificar varios contratos militares que ascienden a más de 2.400 millones de euros, según datos oficiales. La venta incluye 30 aviones de caza SU-30, helicópteros, misiles tierra aire y posiblemente un submarino, según fuentes militares. "Estábamos desarmados", dijo Chávez.

En otro desafío a EEUU, el presidente ruso dio "la bienvenida al deseo de Venezuela de ocupar un lugar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como un miembro no permanente".