Hay un rayo de esperanza para Siria. Pasada la medianoche, tras una sesión maratoniana de complejas negociaciones en Ginebra,Estados Unidos y Rusia han anunciado un acuerdo para implementar un alto el fuego que empezará el lunes y que es parte de un plan que incluye también una alianza militar entre Washington y Moscú que hasta ahora había sido imposible.

"Hoy anunciamos un plan que esperamos reducirá la violencia y el sufrimiento y reactivará el movimiento hacia una paz negociada y una transición en Siria", ha dicho el secretario de Estado estadounidense,John Kerry, que ha asegurado también que, “si se sigue”, el plan, "tendrá la capacidad de marcar un punto de inflexión, un momento de cambio”.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha confirmado el acuerdo y ha explicado que el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Asad, está preparado para cumplir los términos pactados, que incrementarán la entrega de ayuda humanitaria a la población así como la lucha antiterrorista.

El acuerdo alcanzado por Kerry y Lavrov establece una "pausa" en los combates entre las fuerzas de la oposición siria, a las que apoya EEUU, y las de Asad, respaldadas por Rusia e Irán.

LA SITUACIÓN DE ALEPO

Esa pausa, que empezará la madrugada del día 12 coincidiendo con la festividad musulmana de Eid al-Adha (la celebración del sacrificio), será especialmente importante en Alepo, donde se permitirá la entrega segura y continuada de ayuda humanitaria. De hecho, una fuente estadounidense que ha hablado con The Guardian ha dicho que Kerry ha dejado claro que "hay que resolver [la situación de ] Alepo antes de seguir adelante".

Si el cese de las hostilidades persiste, EEUU ha aceptado empezar a organizar ataques aéreos coordinados con Rusia contra objetivos terroristas del Estado Islámico y del frente Al Nusra de Al Qaeda. La fuerza aérea siria no participará en ellos.

Esa última parte del acuerdo es la que más reticencias ha despertado en la Administración de Barack Obama, que no confía en Moscú, y ha hecho zozobrar el acuerdo de este viernes. Aunque Kerry y Lavrov lo han sellado tras una sesión maratoniana, el anuncio se ha retrasado durante horas mientras el jefe de la diplomacia estadounidense consultaba con Washington.