EEUU invitó ayer a Rusia a compartir su liderazgo mundial para contrarrestar juntos los principales desafíos globales como la proliferación nuclear y el terrorismo. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, anunció en Moscú que los dos países cooperarán en la creación del escudo antimisiles global que hace solo unos meses mantenía a las dos potencias al borde de una nueva guerra fría.

"Nuestra intención es ampliar la asociación estratégica con Rusia. Debemos trabajar juntos y demostrar liderazgo internacional en cuestiones como la no proliferación nuclear, el problema de Irán y el de Corea del Norte para que el mundo aproveche de los resultados de esa cooperación", dijo Clinton en el curso de su reunión con el presidente ruso, Dmitri Medvédev.

Antes de entrevistarse con el líder del Kremlin, Clinton demostró una coincidencia de opiniones sin precedentes con el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov. Los dos acordaron dar a luz un nuevo acuerdo de desarme nuclear antes del 5 de diciembre, así como trabajar juntos en el desarrollo del sistema de defensa antimisiles. Además, Moscú y Washington coincidieron por primera vez en que prefieren una solución diplomática de la crisis nuclear iraní a unas nuevas sanciones internacionales contra Teherán.

PREFERIR LA INSPECCION "Queremos dejar muy claro que nuestra preferencia es que Irán trabaje con la comunidad internacional y cumpla con su obligación en las inspecciones", declaró Clinton en su primera visita a Rusia desde que asumió el cargo. Lavrov opinó que incluso la amenaza de sanciones contra Irán "sería contraproducente en las condiciones actuales". El entendimiento entre Rusia y EEUU en la valoración de las amenazas procedentes de Irán facilita la cooperación en el desarrollo del sistema de defensa antimisiles, tal y como lo había prometido el presidente estadounidense, Barack Obama, durante su visita a Moscú en el mes de julio.

La visita de Obama tuvo como objetivo dejar atrás las discrepancias de la época de George Bush que pusieron a las dos potencias al borde de una nueva guerra fría. El despliegue del sistema de defensa antimisiles en Europa del este ha sido el principal punto de desacuerdo.

La anterior Administración estadounidense tenía previsto instalar para el año 2013 una base de 10 misiles interceptores en Polonia y un radar de defensa antimisil en la República Checa para interceptar misiles procedentes de Irán. Obama anunció en agosto que reemplazará el escudo nuclear de Bush con un sistema más moderno y eficaz que no genere recelos en Rusia.

"Hemos explicado hoy a nuestros interlocutores rusos cómo concebimos que debe ser la nueva valoración de las amenazas que proceden de Irán, y quisiéramos desarrollar una estrecha cooperación en ese terreno. EEUU considera que es importante acordar con Rusia los principios de la amenaza conjunta y la forma en que reaccionaríamos los dos países", dijo Clinton. Según Lavrov, Rusia y EEUU avanzaron "considerablemente" hacia el establecimiento de un nuevo tratado que reemplazará el Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas (START-1), que expira en diciembre.

En julio, Medvédev y Obama se comprometieron a reducir cabezas nucleares estratégicas entre 1.500 y 1.675 en un plazo de siete años. Se espera que las dos potencias firmen un acuerdo final en diciembre del 2009 cuando vence el anterior tratado de desarme, firmado en 1991, que había reducido de 10.000 a 6.000 el máximo de cabezas permitidas. Rusia y EEUU cumplieron esos requisitos en el 2001 y un año más tarde firmaron un nuevo recorte de hasta 2.200 cabezas para cada país para el 2012.