El presidente ruso, Dmitri Medvédev, demostró ayer que está dispuesto a regatear con la nueva Administración estadounidense sobre el anunciado despliegue de los misiles rusos en el enclave de Kaliningrado que tanto alarmó a los europeos la semana pasada. El líder del Kremlin dijo que Rusia reconsiderará sus planes ofensivos si el nuevo presidente decide no extender el sistema de defensa antimisiles a Polonia y la República Checa.

"Estamos dispuestos a renunciar a esa decisión si la nueva Administración estadounidense decide abandonar su sistema antimisiles después de analizar las posibles consecuencias. Estamos dispuestos a negociar una opción cero. Estamos listos para buscar un sistema global con Estados Unidos y los países de la Unión Europea", afirmó Medvédev en una entrevista al periódico Le Figaro , en vísperas de la cumbre que celebrarán hoy en Niza Rusia y la UE.

RECIBIMIENTO A OBAMA Pocas horas después del triunfo de Barack Obama, el líder ruso anunció la semana pasada, en su primer discurso sobre el estado de la nación, que desplegará cohetes tácticos Iskander en Kaliningrado, fronterizo con la Unión Europea, como respuesta al escudo antimisiles estadounidense, cuyos elementos se prevé emplazar en Europa del Este.

Sin embargo, todas esas fantasmas de la guerra fría se esfumarán si el nuevo Gobierno de EEUU cambia el rumbo de sus relaciones con Rusia, dijo. "Esperamos crear relaciones francas y honestas y resolver con la nueva Administración los problemas que no hemos conseguido solucionar con la actual", aseguró.

PROPUESTA DESCARTADA La semana pasada, EEUU envió nuevas propuestas a Rusia para paliar las protestas del Kremlin contra el despliegue unilateral del escudo antimisiles. Sin embargo, Rusia rechazó la invitación de visitar e inspeccionar los lugares de instalación de los elementos de la defensa antimisiles diciendo que las iniciativas de EEUU "no ofrecen nada nuevo".

El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, calificó ayer de "provocación" la amenaza rusa de llevar sus cohetes a Kaliningrado. Gates dijo que las afirmaciones que hizo Medvédev "no son la bienvenida que se merece la nueva Administración estadounidense".

El jefe del Pentágono advirtió que Irán es también la principal amenaza para la seguridad de Rusia y que los misiles Iskander no le protegerán de un posible ataque de Teherán. Además, el escudo antimisiles está dirigido contra países que Washington considera que apoyan a terroristas, por lo que "no es una amenaza para Rusia".