La última ocasión en que el Kremlin realizó semejante despliegue militar, el general Wojciech Jaruzelski era el primer ministro de Polonia y el sindicato Solidaridad convocaba periódicamente huelgas que acabarían abruptamente, meses después, con la implantación de la ley marcial. Aún quedaban unos meses para que España ingresara en la OTAN, y la CIA tan solo comenzaba a apoyar a la contra nicaragüense.

El final de la guerra fría ni siquiera se atisbaba en el horizonte, y debido al deterioro de las relaciones entre EEUU y la URSS en los meses anteriores, el Kremlin organizó, también en septiembre de 1981, unos vastos ejercicios militares en Polonia y en territorio soviético denomidados Zapad 1981, en los que participaron centenares de miles de soldados y contingentes militares del Pacto de Varsovia. La prensa de la época tildó el examen de "show de fuerza".

Dentro de unos días, entre en 11 y el 15 de este mes, tendrá lugar un acontecimiento de similar magnitud. Alrededor de 300.000 soldados, 36.000 tanques y vehículos blindados y 1.000 aviones participarán en Vostok-2018, unas maniobras militares que tendrán lugar en la región próximo al lago Baikal, en Siberia. Los militares rusos estarán acompañados por 3.200 soldados, más de 900 artefactos militares y 30 aviones y helicópteros del Ejército de la República Popular China. Mongolia también participará.

SIN PAÑOS CALIENTES

El Kremlin no ha querido andarse con paños calientes a la hora de anunciar el acontecimiento. Estos ejercicios son necesarios para garantizar las capacidades militares de Rusia "en la actual situación internacional, que a menudo es muy agresiva e inamistosa para nuestro país", ha advertido a EEUU y sus aliados europeos el portavoz presidencial, Dmitri Peskov. La OTAN, por su parte, ha valorado el test militar como una prueba más de que Rusia "se concentra en entrenarse para un conflicto a gran escala", según una declaración escrita emitida por el portavoz de la alianza, Dylan White.

Los números abruman, ya que equivalen a un tercio de los efectivos con que cuenta el Ejército ruso. Tal y como destacan analistas militares citados por la publicación RBK, cuando las maniobras se desarrollan en el territorio asiático de Rusia, siempre involucran a un mayor número de soldados que las que tienen lugar en la Rusia europea ya que en esa parte del país no están en vigor acuerdos internacionales que limitan las cifras de militares participantes.

Pero más allá de las cifras, la novedad más significativa es la presencia, por vez primera de soldados chinos en maniobras militares internas en Rusia. Según ha asegurado también a RBK Vasili Kashin, del Instituto de Estudios de Lejano Oriente, por vez primera personal militar (de ambos países) se entrenan en la planificación conjunta de operaciones estratégicas; este status es más importante que el número de gente o de técnica militar involucrada".