El Vaticano ha reprobado al sacerdote italiano Giovanni Cavalcoli, que ha indignado al país al afirmar que los recientes terremotos que ha sufrido el centro de Italia son "un castigo divino" por leyes como las que autorizan las uniones civiles homosexuales. Cavalcoli, conocido por sus posturas ultraconservadoras, se ha quedado sin el programa que presentaba en la emisora católica Radio María.

Radio María ha acordado la suspensión "inmediata" del programa mensual del cura por considerar que sus declaraciones sobre losseísmos "no están en línea con el anuncio de la misericordia, que es la esencia del Cristianismo y de la acción pastoral del papa Francisco". La emisora ha pedido disculpas a los damnificados por los terremotos que hayan podido sentirse ofendidos por las palabras de Cavalcoli.

También el número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Angelo Becciu, ha condenado las palabras del polémico sacerdote, que ha calificado de "ofensivas tanto para los creyentes como para los no creyentes". Becciu ha recordado a los damnificados que tienen "todo el apoyo y la solidaridad" del Papa.

Cavalcoli dejó ir sus controvertidas palabras durante su programa de radio, tras ser preguntado por un oyente si "las catástrofes naturales como el terremoto pueden ser consecuencia de un pueblo y de un legislador que hace leyes" como las uniones gais, aprobadas recientemente en Italia y que calificó de "contrarias a Dios". Fue entonces cuando, tras una reflexión, respondió: "Se tiene la impresión de que estas ofensas a la ley divina, pensad en la dignidad de la familia, del matrimonio, de la unión sexual, hacen pensar que estamos ante, llamémoslo castigo divino".

Sus palabras han indignado a Italia, que en los últimos dos meses ha sufrido cinco terremotos que han devastado muchos municipios, el de mayor de magnitud, de 6,5 en la escala de Richter, el pasado domingo entre las regiones de Umbria y Las Marcas (centro). El pasado 24 de agosto se registró otro seísmo que destrozó localidades comoAmatrice (centro) y que causó 297 víctimas mortales y cuantiosos daños materiales.

Cavalcoli no se ha dejado achicar por las críticas y ha recomendado al Vaticano "repasar el Catecismo".