Sadam Husein volvió a comparecer ayer en la sala del Tribunal Especial Iraquí que le juzga, junto a siete de sus lugartenientes, por crímenes contra la humanidad para, una vez más, enfrentarse al magistrado jefe y denunciar lo que considera un juicio ilegal e injusto. Tras tres horas de audiencia, la vista se suspendió hasta el próximo martes.

Lo primero que hizo Sadam justo al entrar ayer en la sala del tribunal fue advertir al juez en tono desafiante de que estaba allí en contra de su voluntad. "Tú no eres nada", increpó el dictador al magistrado jefe, el kurdo Rauf Rachid Abdel Rahmán. "Qué vergüenza. He sido forzado a venir a este tribunal. Ejerza sus prerrogativas y júzgueme en rebeldía", le dijo.

EL BOICOT DE LOS LETRADOS Vestido con una túnica azul y un grueso abrigo de color negro, el dictador no se olvidó de su principal enemigo. "¡Abajo Bush!", vociferó con ira. "¡Abajo los traidores!", "¡larga vida a la nación! iraquí", añadió. En la última audiencia, celebrada el 2 de febrero, tanto los abogados como los acusados decidieron boicotear el juicio y no se presentaron en la sala. Ayer, los letrados, que continúan con su actitud de boicot, tampoco acudieron.

Tanto Sadam como los otros inculpados se niegan a aceptar a los abogados de oficio que el tribunal les ha asignado, lo que complica todavía más el proceso.

"Queremos los abogados que nosotros hemos escogido. Esto no es un tribunal, es un juego", se quejó el dictador, que se enfrenta a una posible condena a muerte si es hallado culpable de la matanza en 1982 de más de 140 civiles shiís en Dujail.

CONTRA LOS GUARDIANES Otro de los inculpados, Barzan al Tikriti, antiguo jefe de los temidos servicios secretos de la dictadura y hemanastro del dictador iraquí, no solamente se enfrentó a los miembros del tribunal, sino también a los guardianes de la sala, que se vieron obligados en varias ocasiones a utilizar la fuerza para que tomara asiento. En la vista de ayer, además de leer las declaraciones de algunos testigos, comparecieron ante el tribunal especial dos antiguos dirigentes de la dictadura. Uno de ellos fue Ahmed Husein Judayer al Samarrai, que fue jefe de gabinete de Presidencia. Su declaración era importante, ya que su firma aparece en unos documentos en los que se dice que Sadam había ratificado la matanza de Dujail. "No me acuerdo de lo que pasó hace 20 años. La memoria me traiciona", dijo. Una actitud similar adoptó Hasan Obeidi, un oficial de los servicios de espionaje de Sadam.