El clérigo radical shií Moktada al Sadr pidió ayer a todos sus milicianos del Ejército del Mehdi que cesen los enfrentamientos con las tropas de EEUU y la policía iraquí en ciudades como Basora y el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, donde continúan los combates pese al histórico acuerdo de paz en Nayaf, el jueves pasado. La solicitud la hizo a través de uno de sus consejeros políticos, Alí Smeisin, que también comunicó la voluntad de Sadr de participar en la transición política de Irak.

"Esta decisión --dijo Smeisin-- muestra que el movimiento de Sadr quiere la paz y la participación en el proceso político del país". Este giro hacia la arena política del clérigo y sus seguidores da un respiro al Gobierno de Iyad Alaui, tras semanas de tensión por la revuelta en Nayaf.

Representantes del joven rebelde y delegados del Gobierno iraquí, así como oficiales del Ejército de EEUU, se reunieron ayer para intentar poner fin a los combates en Ciudad Sadr, un barrio de Bagdad. Las negociaciones acabaron sin acuerdo, ya que Sadr pedía la retirada del Ejército del arrabal, una condición que EEUU rechazó.