La coalición chií se resquebraja. El movimiento que lidera el clérigo radical Moktada al Sadr ha decido abandonar la Alianza Iraquí Unida, de la que formaba parte junto a los dos partidos chiís más importantes de Irak, según adelantó ayer un portavoz del religioso iraquí. La decisión supone un duro golpe para el primer ministro, Nuri al Maliki, que pierde así la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.

Aunque útil, Al Sadr siempre ha sido un socio molesto para Al Maliki, por su oposición a la presencia de tropas extranjeras en Irak y por tener bajo su mando al Ejército del Mahdi, unos 60.000 hombres a los que EEUU responsabiliza del asesinato de miles de sunís en la guerra confesional que vive el país árabe. El pasado abril, los seis ministros fieles a Al Sadr dejaron el Gobierno de coalición al entender que Al Maliki no forzaba lo suficiente a Washington para que fijara un calendario de retirada de sus tropas.

NUEVO ATENTADO A media tarde de ayer un coche bomba suicida estalló junto a una panadería en una zona comercial del barrio chií de Amil, al suroeste de Bagdad. Al menos 11 personas murieron, entre ellas dos niños, y otras 18 resultaron heridas. El ataque, que tuvo lugar al inicio de la cena con la que los musulmanes rompen la jornada de ayuno del Ramadán, supone un golpe para Al Maliki, que esperaba que este mes santo fuera más tranquilo.