El presidente de Yemen, Alí Abdulá Saleh, que resultó herido el viernes en un ataque contra el complejo presidencial en Saná, tiene un trozo de metralla de unos 7,6 centímentros de largo alojado bajo el corazón, además de quemaduras de segundo grado en el pecho y en la cara, según ha informado este sábado la BBC citando "fuentes próximas al presidente". Esta versión contradice la que ofreció el régimen yemení, que, tras el atentado, aseguró que Saleh sufría heridas leves y gozaba de "buena salud". A última hora del viernes varias fuentes gubernamentales afirmaron que Saleh iba a comparecer en una rueda de prensa o un discurso ante el pueblo para demostrar que se encontraba bien. Sin embargo, al final solo se difundió una cinta de audio por la televisión estatal con un mensaje de Saleh en el que podía apreciarse que le costaba respirar. Fuentes oficiales del régimen han desmentido este sábado las informaciones emitidas por la cadena árabe Al Arabiya según las cuales Saleh ha sido trasladado a Arabia Saudí para recibir asistencia médica. Los otros altos cargos heridos en el ataque se encuentran ingresados en hospitales de ese país. Fuentes del Gobierno yemení han confirmado que cinco altos cargos, entre ellos el primer ministro, Alí Mohamed al Muyawar, viajaron la pasada madrugada a Arabia Saudí para ser tratados de las heridas que sufrieron por la explosión. Junto a Muyawar han sido trasladado los presidentes de la Cámara alta y de la Cámara baja del Parlamento, Yehia al Rai y Abdelaziz Abdelgani; el viceprimer ministro para Asuntos de Defensa y de Seguridad Rashad al Alemi y el secretario adjunto del gobernante Partido del Congreso General Popular, Sadeq Amin Abu Ras. Desde Riad, tanto el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG), que ha mediado en la crisis yemení y tiene su sede en esta capital, como el Ministerio de Exteriores saudí han negado que Saleh estuviese en el país. Algunos analistas apuntan que el hecho de que Saleh no haya aparecido en público significa que efectivamente tiene heridas en la cara y que son serias. Además, a su juicio, el presidente yemení no ha viajado a Arabia Saudí por las circunstancias delicadas por las que atraviesa el país y para no dar la oportunidad a sus enemigos de hacerse con el poder. Durante este sábado, se ha vivido un ambiente de calma relativa en Saná con el inicio de un alto el fuego, auspiciado por Arabia Saudí, entre las fuerzas gubernamentales y los milicianos del líder tribal opositor Sadeq al Ahmar. Los choques armados entre las fuerzas del régimen y los partidarios de Al Ahmar estallaron el 23 de mayo pasado después de que Saleh rechazara por tercera vez firmar una iniciativa presentada por los países del golfo Pérsico para una transferencia pacífica del poder.